Medios internacionales como el neerlandés Travel Pro se han hecho eco en sus publicaciones de la polémica en torno al turismo de volcanes, que se ha despertado tras la erupción del volcán de Cumbre Vieja en la isla de La Palma.

El citado diario asevera que mientras se produce un momento crítico para cientos de familias que han perdido sus hogares o medios de sustento —las coladas de lava ya han afectado a casi 700 hectáreas y destruido 1.500 edificaciones—; la erupción volcánica no deja de ser un hecho natural espectacular, que permite a los científicos y vulcanólogos ahondar en las investigaciones y se convierte también en un espectáculo visual para el ojo humano.
 

Momento crítico para cientos de familias en La Palma.Foto vía Twitter (@lapalmarss)

Momento crítico para cientos de familias en La Palma | Foto vía Twitter (@lapalmarss)

Intenso debate

En este contexto se ha generado un intenso debate con opiniones enfrentadas. Unos opinan que el turismo de volcanes es contraproducente para la operativa de seguridad, sanitaria y de medios de protección, a la vez que constituye una falta de respeto y empatía hacia las familias afectadas. “Es terrible para las víctimas de este desastre natural. Dificultan la ayuda y estorban en las labores de evacuación. Además de que el volcán emite gases tóxicos y ceniza perjudiciales para la salud. No ocuparía una plaza en un hotel que podría aprovechar una persona afectada por el volcán”, señalaba a Travel Pro un vecino de La Palma
 


 

Sin embargo, otros mantienen que el turismo que atrae este tipo de sucesos repercute positivamente en la isla, porque contribuye a la concienciación de los turistas sobre el desastre acaecido y genera beneficios económicos por el gasto que realizan a la hora de alojarse o alimentarse en los negocios locales.“Este es un suceso natural único y podría ser que lo vieras una sola vez en la vida. Mientras muestren respeto por el dolor de las personas, no tengo ningún problema. Si la gente ve con sus propios ojos la miseria que esto está causando, podría estar más concienciada y hacer una donación. Y mientras estén aquí, también comerán y beberán, por lo que apoyarán la economía local”, admitía otra persona consultada por el mismo medio neerlandés.
 

Turismo volcánico en La Palma. Foto vía Twitter (@visitalapalma)

Turismo volcánico en La Palma. Foto vía Twitter (@visitalapalma)

Viajes organizados vs. actitudes imprudentes

El turismo que está atrayendo el volcán de La Palma tiene dos vertientes. Hay empresas como la distribuidora online de visitas guiadas y excursiones Civitatis que, en colaboración con el operador turístico tinerfeño Get Holiday, están organizando “excursiones relámpago” con salida desde el puerto de Los Cristianos (Tenerife), destinadas a realizar un tour de diez horas por La Palma para poder presenciar la erupción del volcán por un precio de 99 euros para adultos y 50 para niños.

Asimismo, Civitatis ha especificado en un comunicado que el 50% de los beneficios obtenidos de estas visitas exprés será destinado a los municipios más afectados. “Sabemos que organizando esta excursión no solo llevaremos a cabo importantes donaciones de forma directa, sino también indirecta reactivando la economía: guías locales, restaurantes, tiendas...”, ha afirmado Alberto Gutiérrez Pascual, CEO y Fundador de Civitatis.

En el otro extremo se sitúan las iniciativas personales de viajeros que deciden volar a La Palma y realizar un recorrido por su cuenta para presenciar el volcán, en muchas ocasiones saltándose controles policiales y sanitarios y acercándose peligrosamente a los lugares por donde discurren las coladas volcánicas, como denunciaba una usuaria de Facebook sobre unos turistas británicos.