Son el nuevo grito, flotadores hinchables con forma de unicornio, flamencos, pizzas u otras curiosas formas que se han convertido en un elemento indispensable del postureo veraniego. Sus ventas se han incrementado un 175% y pueblan piscinas y playas de las costas españolas.

Sin embargo, estos complementos entrañan un peligro desconocido, así lo alertan diferentes organismos que recomiendan no utilizar estos flotadores en mar abierto. Rubén Sánchez, de la asociación de consumidores Facua ha alertado del peligro que suponen: "Es un producto que se está poniendo de moda pero que puede ser extremadamente peligroso utilizarlo en una playa".

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Crisis en Reino Unido

La primera en dar la voz de alarma fue la Agencia de Guardacostas de Reino Unido, que el pasado 2 de julio se vio obligada a realizar hasta 15 rescates en un solo día de personas subidas a estos unicornios.

La fiebre por este inflable se ha desatado gracias a un viejo conocido de esta página, el reality show Love Island, cuya octava temporada se graba en Mallorca, y que ha resultado ser todo un éxito de audiencia. Su uso por parte de los jugadores de la selección inglesa de fútbol también ha contribuido a su popularización.

Piers Stanbury, duty controller de los guardacostas británicos ha pedido encarecidamente que la gente no los use a orillas del mar, ya que “pueden pasar rápidamente de ser divertidos a ser potencialmente letales”.

Mayor peligro para los niños

A la oleada de denuncias sobre estos hinchables se ha sumado 'Canarias, 1500 Km de Costa'. Esta plataforma para la prevención de los ahogamientos recomienda evitar el uso de estos flotadores en las playas, ya que advierten que su uso está pensado para piscinas  y en el mar son pasto fácil del viento y el oleaje.

Canarias 1.500 km de Costa explica que su uso está muy extendido puesto que se comercializa en diferentes establecimientos a precios entre los 14 y los 75 euros.

Asimismo, recuerda tener más precaución con su uso en niños:"Nunca olvides que los niños son los más vulnerables al medio acuático. Sólo hacen falta 27 segundos para que un bebé de doce meses de vida se ahogue”. Explican que el uso de flotadores o manguitos genera una falsa sensación de seguridad que puede resultar contraproducente. Así, recomiendan enseñar a los pequeños “desde el primer año de vida”.