Juan Lladró, fundador junto a sus hermanos de la firma valenciana de piezas de cerámica decorativa, Lladró, y responsable de su internacionalización, murió a los 91 años el pasado sábado 16. El empresario fue galardonado con el premio empresario del año en 1992 y fue decano de la Real Acadèmia de Cultura Valenciana. En tres ocasiones, en 1993, 1997 y 2002 la compañía recibió el Premio Príncipe Felipe a la Excelencia Empresarial.
Sus figuras artesanales se consideran parte de la marca España. De hecho, se convirtieron en el souvenir perfecto de las vacaciones de los turistas, sobre todo en la Comunidad Valenciana a partir del boom turístico de los años 60. La empresa cuenta con tiendas en todo el mundo, algunas de ellas en los puntos comerciales y turísticos más lujosos del planeta. A la inauguración de sus establecimientos en la Quinta Avenida de Nueva York o en Rodeo Drive, en Los Ángeles acudieron figuras de la escena internacional debido a su prestigio. Además, desde 1988 dispone de un museo y una galería en la ciudad de la gran manzana.
Aunque Lladró se retiró en 2003, nunca dejó de acudir a su despacho de la Ciudad de la Porcelana en Tavernes Blanques, a cinco minutos de Valencia, donde daba instrucciones a sus directivos.
En los últimos años la firma ha ido decayendo y acumulando pérdidas y retroceso en las ventas. Su popularidad en mercados como China, India y Rusia no logró compensar el declive en el mercado anglosajón. En diciembre de 2016 el fondo español PHI adquirió la compañía.
