Las peores pesadillas de los ambientalistas y espeleólogos del Caribe mexicano se han hecho realidad. Los daños del Tren Maya al sistema de acuíferos y cenotes de Quintana Roo ya son constatables. Así lo demuestran los vídeos y fotografías publicados por el espeleólogo Guillermo D. Christy a través de sus redes sociales, dirigidos directamente al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, principal valedor del proyecto ferroviario. 

De acuerdo con el experto, una de las cualidades más características de los cenotes —la única fuente de agua potable del estado mexicano— es precisamente su agua limpia y cristalina. Sin embargo, desde hace ya un tiempo, pueden divisarse fragmentos de espuma de cemento flotando en el agua, sin necesidad de adentrarse profundamente en la cavidad.

Además de la contaminación o suciedad de las aguas, durante la construcción del Tren Maya se ha taladrado el suelo para colocar grandes columnas de hormigón recubiertas de acero que atraviesan el cenote completo sin conocerse exactamente dónde terminan, cuántas cavidades comprende o si están asentados sobre una superficie firme que aguante las vibraciones y el propio peso del tren.
 


Saliendo del plano ambiental, Guillermo D. Christy también ha denunciado que la megaobra está incumpliendo órdenes dictadas por jueces, ya que se continúan acometiendo trabajos de construcción en algunos tramos donde la obra está paralizada por sentencias judiciales.