Esta noche, el Bayern de Múnich visita Montjuic para enfrentarse al FC. Barcelona con motivo del enfrentamiento de la Champions League. El octanaje de los dos equipos hacen que todos los focos mediáticos europeos estén sobre la ciudad de Barcelona y la primera imagen proyectada no ha sido muy positiva. Y es que uno de los directivos que viajaba con la comitiva del equipo muniqués ha sufrido el robo en la avenida del Litoral en la noche del martes. Un asaltante, que no ha podido ser identificado, le sustrajo un reloj de alta gama, su cartera y su móvil iPhone 15.

Este suceso no es único, y es que Sindicatos policiales de la Guardia Urbana y Mossos d’Esquadra vienen, desde hace tiempo, denunciando un incremento de la inseguridad que se vive en las calles de la capital, donde los robos con violencia se suceden “desde el Raval hasta los hoteles de lujo”. De hecho, en la última Encuesta de Percepción sobre los Servicios Municipales, que se publica anualmente, la inseguridad es considerada como el primer problema de la ciudad. Así lo consideran el 27,7% de los encuestados, la cifra más alta en diez años.

La amenaza de las armas blancas


Las noticias más mediáticas o la percepción de los vecinos no son los únicos indicadores del problema que enfrenta el principal destino para los turistas extranjeros en España (6,6 millones de visitantes internacionales en 2023, según la Encuesta de Ocupación Hotelera del Instituto Nacional de Estadística). Y es que, según los datos de los Mossos d' Esquadra, se han disparado los incidentes con armas blancas en toda Cataluña. 

Entre enero y agosto de 2024, se han producido 2.498 incidentes, casi igualando los 2.917 de la totalidad de 2023 y los 1.823 de 2022. También se dispara el decomiso de armas. En los primeros ocho meses del año se han intervenido 6.252 armas —4.432 en las tres regiones metropolitanas de Barcelona—, lo que supone casi duplicar las 3.831 de 2020 (año influenciado por la pandemia).

Ante esta perspectiva, la consejera de Interior y Seguridad Pública, Núria Parlon, acompañada del director general de la Policía, Josep Lluís Trapero, y del comisario jefe del cuerpo de Mossos d'Esquadra, Miquel Esquius, anunció recientemente un plan de choque para lograr “un espacio público libre de armas blancas”.

El plan gira en torno a la prevención, persecución y sanción. Se incrementará la presencia de policías en todo el territorio, centrándose, sobre todo, en los entornos de ocio, el transporte público, los centros comerciales y los centros educativos. Además, se simplificarán y agilizarán los procedimientos de sanción por parte de la Dirección General de Administración de Seguridad (DGAS), entidad que también dedicará a un equipo específico a la tramitación de dichas sanciones. Todo ello se verá acompañado de una campaña de difusión a gran escala por diferentes canales de comunicación, y también comportará reuniones con ayuntamientos y entidades municipales.

“Es necesario trabajar desde la prevención. Por eso haremos una campaña informativa para que quede claro que no se pueden llevar armas blancas (cuchillos y navajas, entre otros) al espacio público. También hay que recalcar que las consecuencias pueden ir de la infracción administrativa a la penal en función de la acción cometida”, destacó Parlon.

Trapero destacó que "habrá más controles policiales de búsqueda de armas blancas en espacios públicos relevantes como es el transporte público, zonas escolares o en las inmediaciones de las zonas de ocio”. Esquius, añadió que "se tendrá tolerancia cero” puesto que el objetivo es "sacar las armas blancas de la calle".