Los socorristas de las playas de Baleares han convocado una huelga indefinida a partir del domingo 28 de septiembre para denunciar la precariedad laboral, los bajos salarios y la falta de inversión en la vigilancia costera. La protesta afectará a municipios turísticos clave como Palma y Calvià, en Mallorca, o Sant Josep e Ibiza, en Ibiza, donde la afluencia de visitantes continúa elevada pese al final del verano.
En un comunicado, el colectivo lamenta que la inflación y la temporalidad de sus contratos les obliguen a trabajar más de 200 horas mensuales y a compartir vivienda “en condiciones de hacinamiento”. Asimismo, critican la gestión de la presidenta del Govern, Marga Prohens, por no solventar la crisis de la vivienda ni redistribuir “de forma adecuada” los beneficios del turismo.
Los socorristas señalan también a la Dirección General de Emergencias por permitir que ayuntamientos y empresas incumplan el Decreto de Mínimos que regula el servicio. Por otro lado, denuncian que el personal se incorpora tarde en la temporada en algunas de las playas, o que algunos de los trabajadores no cuentan con la titulación requerida, lo que pone en riesgo la seguridad de los turistas.
El colectivo exige mejoras salariales, estabilidad laboral, cumplimiento estricto de la normativa y una mayor inversión pública en seguridad.