Los clientes VIP siguen buscando la diferenciación frente al resto de la población. Las grandes marcas lo tienen claro, por ello para captar la atención de los jóvenes millonarios están comenzando a desarrollar productos ‘millennials’ a precios solo asequibles para personas con un nivel adquisitivo alto. 

Firmas como Ferrari ofrecen a este tipo de clientes la posibilidad de personalizar sus productos para convertirlos en únicos en el mundo. 

Además, la experiencia de la compra ha relevado en importancia al mero hecho de comprar. Algunas empresas han optado por convertir sus tiendas en zonas donde se socializa y se disfrutar de las instalaciones. Por ejemplo, Loewe en Madrid, ha convertido su tienda en una especie de galería de arte donde ofrece exposiciones de pintura que pueden visitarse mientras se compra.