Series como Orange is the New Black o Prison Break han puesto el mundo penitenciario de moda. Aunque se sabe que todo lo que se ve en pantalla suele ser más atractivo que la realidad, muchas personas han comenzado a mostrar curiosidad por la vida entre rejas. Por ello empresarios han visto un nuevo nicho de mercado turístico en las cárceles. Restaurar antiguos centros y convertirlos en alojamientos es una nueva oportunidad de negocio que algunos han sabido llevar al éxito. Hoy en día, algunos de estas instalaciones reconvertidas se han erigido como establecimientos de éxito en las regiones donde se localizan. A continuación hacemos un repaso de los más destacados:

  • Alcatraz Hotel, Alemania 

El establecimiento está ubicado en el centro de Kaiserlautern (Renania-Palatinado). Tiene cincuenta y seis estancias, diferenciadas como “celdas “habitaciones para el confort’ y suites, Su exterior es el de una auténtica prisión y está rodeada por un muro de más de 100 años de antigüedad. 

Las celdas están equipadas con todo lo necesario para vivir la experiencia de un reo: catre, ventana con rejas... Aunque eso sí, también ofrecen conexión a internet.

  • Hostal Celica, Eslovenia

Se localiza en un edificio que contenía una prisión militar de 1883, durante el Imperio Austro-Húngaro. Ubicado en el centro de la capital Liubliana, el hostal mantiene casi intactas las 20 celdas de las que se compone. Según informa su página web, es el hostal más premiado de todo el país. En Tripadvisor cuenta con una puntuación de 4/5 y es el número 6 de 70 alojamientos especiales en la ciudad. 

  • Het Arresthuis, Holanda  

La instalación, ubicada en la ciudad de Roermond (a 160 km de Ámsterdam) sirvió como prisión desde 1863 a 2007. Dos años después se reabrió como hotel de la mano del grupo Van der Valk tras una remodelación. Sus 105 celdas se convirtieron en 40 habitaciones de lujo y su patio es una terraza gourmet. Las habitaciones conservan las puertas originales de las celdas. En Tripadvisor aparece como el hotel número 1 en Roermond. Tiene 4 estrellas. 

  • Camp Bucca, en Irak,

Fue un centro de detención de prisioneros ubicado en Um Kasar, a las afueras de la ciudad de Basora. Se dice que podría haber sido el lugar donde nació el Estado islámico, pues allí coincidieron varios líderes islamistas. Fue considerada como la ‘cárcel modelo’ de EE.UU en Irak y llegó a albergar a 27.000 presos. Se le denominó la ‘Guantánamo de Irak’. 

Reconvertida en hotel en 2012 ofrece estancias por valor de 200 euros la noche. La instalación conserva parte de su estética original, incluyendo el alambre de púas que rodea la propiedad, además de sus remolques militares residenciales. 

  • El Karostas Cietums, Letonia

 Era una prisión militar situada a 200 kilómetros de Riga, en Letonia. Las instalaciones se han convertido en un hotel reconocido como uno de los más sorprendentes del mundo. Ofrece varios servicios: los usuarios pueden dormir en él, experimentar una ‘Noche Extrema’ o participar en un juego de escapismo como si de una película de acción estadounidense se tratara. Alojarse allí cuesta 15 euros por persona/noche. Cuenta con el certificado de excelencia de Tripadvisor en 2016. 

  • Langholmen, Suecia 

También en la capital de Suecia, Estocolmo, en concreto en la isla de Langholmen han reconvertido una antigua prisión de mujeres que data de 1724 en un hotel único. El establecimiento fue uno de los pioneros de esta tendencia, pues abrió en 1989 y desde entonces acoge a visitantes de diversas nacionalidades que acuden para disfrutar del entorno. Además, ofrecen experiencias inspiradas en el mundo penitenciario: los huéspedes pueden convertirse en presos por un día, pueden enfrascarse en una 'batalla' con el resto de viajeros o participar en 'La Escapada', un juego de rol donde el objetivo final es escabullirse del centro. 


Oportunidad de negocio para España
España no cuenta con ningún centro penitenciario reconvertido en alojamiento aún, pero sí cuenta con cárceles abandonadas a las que se les podría dar una segunda oportunidad como producto turístico. 

  • Cárcel de Palma de Mallorca 

La amenaza de demolición ha planeado sobre el antiguo edificio carcelario. El año pasado, el ayuntamiento ya rechazó una propuesta para derribar la instalación y destinar los terrenos a la construcción de 103 viviendas para jóvenes. Después de esto, no hay ningún proyecto para aprovechar el edificio que quedó abandonado a principios de los 2000. Como anécdota, fue escenario del cortometraje ‘Llucifer.

  • Antigua Prisión Provincial de Ourense

El edificio fue construido a mediados del siglo XIX y cerró en 1987. Estaba previsto que la antigua instalación se convirtiera en un hotel balneario de lujo​, algo que despertó el interés de los operadores hoteleros dado el potencial termal de la ciudad. El proyecto, finalmente, no salió adelante. En 2016 se llevó a cabo una reparación urgente de la instalación que tuvo como presupuesto 18.300 euros.

  • Cárcel de Alcalá de Guadaíra, Sevilla

La antigua cárcel de la localidad sevillana fue Hospital de la Sangre para mujeres entre los siglos XVI y XVIII y desde mediados del siglo XIX se utilizó como cárcel desde mediados del siglo XIX. Permanece abandonado desde los años 70 a pesar de ser un vestigio histórico de la ciudad. 

¿Por qué no?

Aunque España parece no animarse a sacar provecho de sus antiguas prisiones, otras naciones cercanas como Gran Bretaña han puesto la mirada en estos recintos. Hace ya varios años que los británicos apuntan a las antiguas prisiones como firmes candidatas a acoger hoteles boutiques o apartamentos de lujo. Hay mercado. Si las series y películas ambientadas en el mundo penitenciario tienen tanto éxito no es descabellado pensar que los alojamientos de este tipo pueden captar a cierto tipo de público. Ahora solo queda esperar a que alguien invierta en alguna instalación y se lance a una aventura turística al estilo Litchfield.