El actor Robert Redford, de 81 años, anunció la semana pasada que dejará la gran pantalla tras seis décadas de éxitos, lo que le permitirá pasar más tiempo en uno de sus destinos predilectos: España, donde contrajo vicios confesables, como el flamenco, la paella o la tortilla de patatas.

De hecho, según ha informado El Mundo, Redford podría estar barajando la compra de un inmueble en el país, aunque aún no ha trascendido ni el lugar elegido ni el coste de la operación.

El actor, a la edad de 20 años, vivió durante largas temporadas en Baleares y Málaga. En aquel entonces, en la década de los 50, Redford se debatía entre la pintura y la interpretación, tras haber concluido sus estudios de Bellas Artes en Estados Unidos y haber recorridos otros lugares de Europa. Precisamente, en España sobrevivía gracias a sus pinturas.

En los 60, volvió al país junto con su mujer, Lola Van Wagenen, y sus tres hijos. En esta segunda visita, el actor llegó a pasar siete meses en Málaga, donde se hospedó en una granja sin luz ni agua, desprovista de todo tipo de comodidades.

Su última visita a España fue en 2012, cuando aterrizó en Madrid para promocionar el canal de televisión Sundance. Entonces, confesó: "En parte, el motivo para venir a España es porque le tengo un afecto especial. Pasé tiempo aquí como actor, pero no en Madrid... Estuve aquí tres veces, así que siento una conexión personal”.