El verano de 2019 va camino de convertirse en uno de los más mortales en el Pirineo aragonés, aunque aún se mantiene lejos de las cifras récord del pasado 2018.

Según informa Heraldo, desde el pasado 1 de junio han fallecido 12 personas realizando actividades de montaña en la provincia de Huesca. Ocho de las víctimas murieron al despeñarse por zonas escarpadas o con roca descompuesta, aunque también se ha producido algún accidente en senderos poco peligrosos y una víctima por barranquismo.

En el mes de agosto se ha concentrado el mayor número de decesos. La mitad de ellos se han producido en el Parque Nacional de Ordesa, aunque también se han registrado fallecimientos en Sallent de Gállego, Jaca, Panticosa o Bierge. Por procedencia, dos fallecidos eran franceses y dos de Zaragoza, los otros eran de México, Madrid, Cataluña y Andalucía.

Camino de un récord funesto

Esta estadística provisional queda lejos del 2018, cuando entre el 1 de junio y el 30 de septiembre murieron 17 personas y resultaron heridas otras 216. No obstante, ya supera la víctimas de 2012 (6 fallecidos), 2013 (9), 2016 (9) y 2017 (10). A su vez, iguala los muertos de 2014 y se queda cerca de los 14 de 2015.

Si se tiene en cuenta el año completo, ya suman 15 víctimas mortales haciendo actividades de montaña, barranquismo o esquí.

Por su parte, la Guardia Civil insiste en recordar que es necesaria la precaución cuando se realizan este tipo de deportes.