La retirada de los proyectos hoteleros en Barcelona de las cadenas de lujo Hyatt y Four Seasons, que tenían previsto inaugurar dos nuevos hoteles de cinco estrellas en la Torre Agbar y en el edificio antiguo del Deustche Bank, respectivamente, se han traducido en una pérdida de 4.000 empleos en la ciudad.

Según un estudio del Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada, la ciudad tendrá que hacer frente a un impacto negativo de más de 300 millones de euros. La apertura de estos dos establecimientos con un total de 1.800 plazas habría implicado unos 80 millones de euros en remodelación y un aumento del PIB anual de más de 129 millones, además de la creación de 2.000 puestos de trabajo a tiempo completo en una primera fase.

Tras los trabajos de remodelación, la actividad hotelera y sus efectos indirectos en otros sectores habrían generado un impacto anual sobre el PIB de cerca de 100 millones y otros 2.000 empleos a tiempo completo. 

Asimismo, la suspensión también repercutirá sobre la imagen de la ciudad porque los proyectos "estaban liderados por dos de las mayores cadenas de establecimientos que generan marca donde se instalan". 

El instituto determina por todo esto que la Ciudad Condal "ha perdido una oportunidad de oro para posicionarse en el mercado de alta gama hotelera con la pérdida de estos proyectos” y señala que la moratoria ha influido en la variedad y calidad de alojamiento en la ciudad, además de generar inseguridad jurídica y mermar la capacidad de atracción de Barcelona.