El Ayuntamiento de Barcelona sigue buscando soluciones para reducir el impacto del turismo sobre la ciudad, para ello está elaborando una nueva normativa que prohibirá a los guías turísticos realizar tours con grupos superiores a las 25 personas.

Desde el consistorio se anima a los guías a limitar el tamaño de los grupos y “evitar las aglomeraciones de gente en aquellos lugares con especial saturación”. Para ello, recomiendan dividir los grupos, lo que aumentaría el número de estos y por ello el número de guías en activo. Además promueve ofrecer visitas libres o reducir la duración de las explicaciones, así como la utilización de audio guías, que permitirán reducir la contaminación acústica en la calle y en los recintos turísticos.

A su vez, la nueva regulación impedirá a los profesionales ofrecer explicaciones en el interior de los autobuses, metros y tranvía que pertenecen a la red de Transportes Metropolitanos de Barcelona para evitar molestias al resto de pasajeros.

Agustí Colom, regidor de turismo del consistorio barcelonés, se ha reunido con los colectivos de guías turísticos para consensuar un código de buenas prácticas que será la base para la futura norma, que obligará a que los profesionales tengan unos conocimientos “profundos, objetivos y actualizados sobre los recursos turísticos y el espacio público que se visita o del que se habla”.

Este código también hace referencia a los niños, obligando a que los turistas no establezcan “contacto con los menores” y que no se paren en zonas de alta actividad infantil. Asimismo recomienda evitar las molestias en los lugares escogidos para el descanso y pide que se tenga cuidado con la “correcta disposición de residuos”.

La Ciudad Condal recibe 17,5 millones de turistas al año, por lo que con estas nuevas medidas se pretende desarrollar una convivencia más equilibrada y evitar molestias a los vecinos.