El circo Quirós ha decidido regresar a Madrid con sus elefantes y sus leones marinos, después de que, en el año 2016, fuera asaltado por un grupo de animalistas. La carpa se instalará en Carabanchel, el mismo barrio donde varios trabajadores sufrieron agresiones durante una función.

El espectáculo llega a la capital madrileña después de que en febrero, el Ayuntamiento aprobara en pleno impulsar una propuesta para prohibir la exhibición y empleo de animales en las funciones circenses en la ciudad. Por su parte, la Junta de Carabanchel ha indicado que si el circo cumple la normativa puede desarrollar su actividad en el distrito.

Nacho Pedrera, gerente de la carpa, ha asegurado que cumplen con la normativa de bienestar animal, puesto que un veterinario vigila durante las 24 horas a todos los ejemplares, los cuales disponen de grandes espacios para correr y jugar y de una piscina de 160.000 litros de agua para los mamíferos y aves marinas.

La iniciativa del Consistorio busca modificar la normativa de 2001, con el objetivo de defender a los animales de las “muchas horas de castigo” y del “estrés” y “sufrimiento” a los que están sometidos en los entrenamientos y exhibiciones en los circos. El Quirós ha subrayado que, de llevarse a cabo las medidas que aprobó el Ayuntamiento el pasado febrero, se pondría en riesgo “a cientos de familias y a los animales, que acabarían muriendo de pena y hambre”.

El circo Quirós ha vendido ya unas 6.000 entradas. La carpa se instalará frente al centro comercial ‘Islazul’ hasta el 4 de febrero, y el espectáculo incluirá payasos, acróbatas, malabaristas, coches transformers, shoe laser y trapecistas.