El Gobierno de México sigue dando pasos para la creación de su propia aerolínea, que será gestionada por la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena). El presidente Andrés Manuel López Obrador ha revelado que ya se estaba negociando con trabajadores de la antigua Mexicana de Aviación para la compra de la marca.

La Compañía Mexicana de Aviación fue una aerolínea mexicana que estuvo en funcionamiento desde 1921 hasta 2010 —llegando a ser la tercera línea aérea más antigua del mundo, por detrás de KLM y Avianca—, cuando entró en concurso mercantil. Posteriormente, en 2014, una jueza la declaró en quiebra. A partir de 1982 fue una empresa de participación estatal mayoritaria, ya que el Gobierno Federal adquirió el 54% de las acciones.

“Se va a tener una empresa [aerolínea pública] para que haya más vuelos y que, de esta forma, no aumente tanto el pasaje en avión”, ha explicado López Obrador, en referencia a la subida de los precios de los billetes aéreos, en declaraciones recogidas por Excelsor.

Asimismo, el presidente mexicano ha confirmado que el polémico avión presidencial, al que aún se le busca una función, irá destinado a esta aerolínea, ya que con él pueden realizarse vuelos trasatlánticos.