“O te aclimatas o te aclimueres”, este es el dicho en el que tienen que estar pensando algunos propietarios de restaurantes de Mallorca. Y es que en muchos locales han comenzado a modificar sus cartas con el objetivo de ajustar los precios ante la pérdida de clientes y la reducción del gasto medio por comensal. La tendencia, cada vez más extendida, responde a una necesidad urgente de adaptación ante una temporada que no está cumpliendo las expectativas iniciales.

Así lo ha confirmado Juanmi Ferrer, presidente de Mallorca CAEB Restauración, en declaraciones al diario Última Hora, quien ya ha advertido de que “cerrarán cientos de restaurantes este año”. Cabe recordar que el sector ha detectado un descenso de entre el 5 y el 6% en el número de clientes durante el mes de julio. Aunque hay situaciones peores: “Hemos pasado de estar llenos a tener ocupaciones que no superan el 60%”. De acuerdo con Ferrer, esta situación está obligando a muchos negocios a tomar decisiones difíciles para mantenerse a flote.

Ferrer detalla que muchos establecimientos están optando por sustituir platos elaborados con pescado fresco por otros con ingredientes menos perecederos. “Muchos empresarios están teniendo que tirar productos frescos porque las previsiones con las que contaban no se cumplen”, explica. En consecuencia, se está recurriendo a menús más económicos para adaptarse a la capacidad de gasto de los clientes actuales.

Pese a entender la necesidad de adaptación, Ferrer expresa su inquietud ante una posible pérdida de calidad en la oferta gastronómica de la isla. “Lo que importa para el empresario es el margen, pero para Mallorca lo fundamental es elevar el nivel de la restauración, el producto y el servicio”, subraya. Advierte que, de continuar esta tendencia, la isla podría dejar de competir con destinos gastronómicos de alto nivel como Santorini, Saint-Tropez o Ibiza. “Es un peligro real si no se revierte la situación”, concluye.

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