La empresa española aspira a convertirse en la primera naviera en ofrecer conexiones regulares entre el puerto de Fort Lauderdale, en Miami, y La Habana. Para lograr el objetivo, la compañía propiedad de Adolfo Utor (52,5%) y Abel Matutes (47,5%), cuenta con el apoyo del Gobierno Central. De hecho, durante su visita a la capital de Cuba los ministros de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y de Fomento, Ana Pastor, intercedieron a favor de la compañía. El otro gran punto fuerte de la propuesta española es la inversión de 35 millones de euros en la creación de una terminal de Ferrys en La Habana con un servició de conexión en la bahía con barcas solares. Actualmente, la operadora de cruceros Carnival ofrece conexiones entre EE UU y la Isla, pero no se trata de un servicio regular