Con la entrada del nuevo año, ambas países pondrán fin a una práctica por la que son célebres, la aplicación del secreto bancario, por el que se negaba a terceros a los datos de los usuarios con cuentas en el país. Así, tanto Andorra como Suiza facilitarán de forma automática los datos de los clientes extranjeros a las respectivas Haciendas. No obstante, no comenzará a facilitar los datos hasta 2018, sin embargo, la ruptura del secreto bancario comienza durante este ejercicio. Así cumple uno de los principales requisitos solicitados tanto por la Unión Europea como por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para mantener su carácter de plaza bancaria internacional.Entre la información facilitada se encontrará el número de identificación fiscal, el nombre, la dirección, fecha de nacimiento, tipo de renta, ingresos derivados de la venta o transmisión de activos y el saldo de las cuentas.Habrá que ver cómo esta medida afecta tanto a la capacidad de ambas naciones para captar a las grandes fortunas como al número de visitantes que reciben al año.