Salou (Tarragona) recomienda la implantación de tasas turísticas para sufragar los costes de los servicios que los municipios vacacionales prestan a los visitantes, reduciendo la presión fiscal de los residentes. Pere Granados, alcalde del municipio y presidente del Patronato Municipal de Turismo, insiste en que, cuando se implantan este tipo de impuestos, lo recaudado no debe destinarse solo a la promoción del destino, sino que deber tener como fin mejorar los servicios de limpieza y seguridad y así aliviar la carga que actualmente recae sobre los residentes.
“Defendemos un turismo solidario donde los turistas contribuyen directamente a los costos que genera su estancia”, explica Granados, que defiende que una mejor gestión del turismo contribuye a combatir la turismofobia y mejorar la calidad de vida de los residentes.
Eso sí, lanza un aviso a los distintos municipios y comunidades autónomas que valoran la implantación de la tasa —que ya se aplica en Cataluña—. recalcando que, a la hora de adoptar nuevas medidas turísticas, es necesaria "seriedad y responsabilidad", alejándose de hacer un uso de las mismas como "instrumento político”. “Necesitamos valentía política para implementar estos cambios, recordando siempre que la turismofobia se genera cuando las cosas no se hacen bien", ha remarcado.
"Las políticas turísticas que se están implementando, por ejemplo en Salou, están diseñadas para garantizar que los intereses y el bienestar de nuestros vecinos sean siempre la prioridad", ha afirmado, resaltando que el ciudadano debe ser una parte implicada y beneficiaria de todas las medidas y decisiones adoptadas.