Si el primer boom del alquiler turístico implicó a las viviendas, el siguiente está siendo en torno a las piscinas. Cada vez más propietarios de chalés o grandes fincas se están animando a publicar sus propiedades en la web para aquellos que quieran disfrutar durante un día o tan solo unas horas de un chapuzón o alguna celebración con familia y amigos.

Tal y como recoge 20minutos, este negocio se popularizó en el verano de 2020, durante la pandemia del covid, debido fundamentalmente a que muchas familias querían evitar posibles contagios de desconocidos en grandes instalaciones. Ahora, con un precio de entre 30 y 40 euros por persona, hay propietarios que pueden ganar hasta 10.000 euros en un verano.

“El alquiler de espacios se ha convertido en el negocio del verano. De hecho, el mercado de alquiler de piscinas privadas es hoy por hoy una opción que crece cada vez más en toda España y es una tendencia que cada vez está llamando más la atención de propietarios y bañistas”, ha explicado Gerard Xalabarde, CEO de la plataforma Cocopool, al citado medio.