Todos los veranos surgen nuevas modas, tendencias e incluso formas de hacer negocio. La nueva fuente de ingresos de un supermercado ubicado en Can Pastilla (Mallorca) podría calificarse como esperpéntico o considerarse una acción práctica o incluso ecológica. Se trata del alquiler de sillas de playa, y en esta ocasión hay que reconocer que ha conquistado a los turistas de la zona.
Según han contado a Última Hora estos emprendedores del comercio, que está ubicado frente al hotel THB El Cid, comenzaron a realizar esta práctica antes de que arrancara el grueso de la temporada turística, cuando las tumbonas municipales aún no estaban instaladas, pero ya empezaban a llegar los primeros turistas buscando comodidad para su día de playa. “La verdad es que funciona y tiene éxito la idea”, ha explicado Toni Grimalt, propietario del negocio, y añade que fue su esposa quien tuvo la idea.
El precio por alquilar una silla de playa es de 5 euros para el primer día y después va escalando hasta llegar a los 20 euros por cinco días. Eso sí, para garantizar la devolución de la silla, el negocio cobra un depósito de 20 euros.
Se trata de la solución perfecta para los turistas, ya que la silla de playa es un elemento muy recurrido durante las vacaciones, pero muy aparatoso para meter en la maleta. De esta forma, el visitante disfruta de sus días de playa y una vez finalizada su estancia, en lugar de tirar este utensilio a la basura o deshacerse de él de malas formas, lo puede aprovechar otra persona después.