La dificultad para acceder a una vivienda o la saturación de las carreteras no son los únicos efectos negativos de la llegada de turistas a Mallorca. El furor por la isla como destino de turismo nupcial está haciendo imposible para los mallorquines poder encontrar fecha para celebrar su boda.

Según recoge Diario de Mallorca, parejas provenientes de países como Alemania, Reino Unido o Escandinavia, e incluso de lugares más lejanos como Estados Unidos, Canadá o la India, se están decantando por Mallorca para celebrar su día más feliz.

Sin embargo, el gozo de unos se transforma en la pena de otros, los locales, que ven como ya es imposible reservar en muchos de los hoteles, fincas de eventos y posesiones hasta 2027. Estos establecimientos se decantan por el cliente extranjero, que no solo paga por el convite, sino que también realiza un importante desembolso en la estancia, llegando a pagar hasta un millón de euros.

“Mallorca no es barata, pero a los extranjeros le sale igual o más barato que casarse en su país, lo pueden celebrar al aire libre y tienen buena conectividad”, explica al citado medio Pep Riera, propietario de la finca para eventos Son Mir, en Palma.

Te recomendamos