Numerosas calas y playas de Mallorca sufren los efectos del turismo de masas. No obstante, el caso Caló d’es Moro es en ocasiones desmesurado, con caravanas de coches esperando para poder alcanzar la cala. Esta masificación, a la larga, puede provocar grandes daños medioambientales a la playa, muy susceptible al cambio climático y a la erosión. Estas circunstancias han llevado a la joven mallorquina Marie Oehm a tratar de paliar las posibles consecuencias de los miles de turistas que visitan esta cala todos los años.

La joven, estudiante de la carrera de Diseño, ha ideado para su Trabajo de Fin de Grado (TFG) un sistema para que los bañistas se lleven pegada al cuerpo la menor cantidad de arena posible. La iniciativa consiste en una gran caja de madera en la que, con ayuda de un cepillo, los visitantes pueden sacudirse los pies, otras partes del cuerpo e incluso sus cosas, como bolsos y toallas. De este modo, la arena no se pierde.
 

 

Acompañada de dos carteles, uno en español y otro en inglés, con los que invita a los bañistas a sacudirse la arena en su caja de madera, Marie Oehm ha estado toda la temporada turística de este año en Caló d’es Moro para que esta no perdiera ni un ápice de arena. La joven espera que su idea se reproduzca en otras playas de la isla.