Este es mi viaje a Córdoba;
Todos los caminos conducen a Ítaca, a Roma, a París... o, en algunos casos, a Córdoba.
En tiempos de pandemia, en los que cada vida, sentimiento o normalidad se cuestionan, me planteo el viaje más importante de mi vida. Soy consciente de que es el que está dentro de mí misma, pero ahora que el movimiento, el camino y la vida se ven restringidos, creo que puedo recordar el mejor viaje en uno de los países con más encanto del mundo: España, y ese viaje lleva a Córdoba. Una pequeña ciudad que tras los movimientos rurales, las macrociudades y la vida urbana se sigue erigiendo, con poco espacio, como uno de los mayores esplendores conocidos. Cuna de la filosofía, tolerancia, cultura, encanto, curiosidad y arquitectura, se torna con su mágico efecto quedándose al completo fotografiada en tu mente, si sabes cómo verla.
Verónica Escolar narra su viaje a su Ítaca particular: Córdoba
No se puede viajar a Córdoba (ni a ninguna ciudad andaluza) sin entender la cultura que la construye. El respeto por la tradición en todas sus mezclas, con su música callejera, aunque a veces, ni precisa de la misma, basta para crear un mapa de su importancia. Caminar por todos sus monumentos se torna una imagen mental exquisita, cuando olvidas tu ego y piensas en todas las personas que vivieron sus alegrías, penas, matanzas, ferias, fiestas y sueños plasmados en cada adoquín, en cada azulejo y poema que inundan sus calles.
Verónica Escolar asegura que "visitar la mezquita (de Córdoba) puede ser el mayor viaje astral de tu vida"
Visitar la mezquita puede ser el mayor viaje astral de tu vida, con la sensación de suerte y de poder, en estos tiempos, de contemplar cómo miles de culturas convivieron e inspiraron a otras, con el deseo de no ser como somos ahora.
Quizá, la pandemia nos ayude a ser más tolerantes y bellos, sencillos, como lo es Córdoba, y no olvidar nunca cuál es nuestra identidad. Esa que se conserva intacta en sus salmorejo, en su acento inconfundible, su calle del pañuelo, Séneca, los flamenquines, sus alegrías y soleás, sus caballos, su puente romano, sus fuentes, su San Rafael, su artesanía, su romanticismo, su callejón de las flores y la felicidad que te inunda si caminas por sus calles, de la mano de alguien que te haga feliz. Porque ella te hará más feliz aún.
Así es Córdoba.
Verónica Escolar resalta la mezcla de culturas que caracteriza a las ciudades andaluzas
