El turismo juega un papel fundamental en la economía de muchas provincias españolas, siendo un sector clave para el desarrollo local. Sin embargo, con la implementación de la nueva ley de bajas emisiones, que comenzará a aplicarse a partir de 2024, se espera un impacto significativo en la movilidad y, por ende, en el turismo. La entrada en vigor de la normativa afectará a las diferentes provincias, centrándose en la aplicación de la señal R-120, la prohibición de vehículos de motos, la limitación de acceso para casi 4 millones de coches y las consecuencias para las ciudades con más de 50.000 habitantes que deben establecer zonas de bajas emisiones (ZBE).

La señal R-120 y la prohibición de vehículos de motor


La señal R-120 se convierte en un elemento clave con la implementación de la nueva ley de bajas emisiones. Esta señal informa sobre la prohibición de acceso a vehículos de motor en determinadas zonas. Si bien la medida busca reducir las emisiones y mejorar la calidad del aire, plantea desafíos para el turismo, especialmente para aquellos visitantes que eligen la moto como medio de transporte. Se espera que esta restricción genere un impacto directo en la movilidad turística en ciudades y destinos turísticos de diversas provincias.

Señal R120

 

Restricciones para casi 4 millones de coches


La normativa también impone restricciones a vehículos privados, afectando a alrededor de 4 millones de coches que no cumplen con los estándares de emisiones establecidos. Estos vehículos no podrán acceder a las zonas designadas como bajas emisiones al no disponer de la etiqueta medioambiental correspondiente. Este aspecto podría tener consecuencias significativas en el turismo, ya que muchos visitantes utilizan sus propios vehículos para explorar diferentes regiones. La necesidad de adaptarse a estas nuevas restricciones podría influir en la elección de destinos turísticos.

Ciudades obligadas a tener zonas de bajas emisiones


La ley establece que ciudades con más de 50.000 habitantes deben implementar zonas de bajas emisiones (ZBE) para mejorar la calidad del aire y reducir la contaminación. Esta medida tiene como objetivo principal combatir el cambio climático y sus efectos en la salud pública. Sin embargo, impone una carga adicional a los destinos turísticos urbanos, que deben adaptarse a estas nuevas regulaciones. Entre las ciudades afectadas se encuentran algunas de gran relevancia turística, como Barcelona, Madrid, Valencia, Sevilla y Bilbao.

Multas y sanciones


La nueva ley contempla sanciones significativas para aquellos que incumplan las restricciones de acceso a las ZBE. Las multas varían según la gravedad de la infracción, pero se espera que tengan un impacto económico considerable. Es fundamental que tanto residentes como turistas estén informados sobre estas sanciones para evitar consecuencias financieras no deseadas. La aplicación rigurosa de las multas podría influir en el comportamiento de los conductores y, por ende, en la planificación de viajes.

La entrada en vigor de la nueva ley de bajas emisiones en 2024 tendrá un impacto significativo en el turismo de las diferentes provincias españolas. La restricción de acceso para vehículos de motos, la limitación de casi 4 millones de coches y la obligatoriedad de establecer ZBE en ciudades clave plantean desafíos para la movilidad turística. A medida que nos acercamos a la implementación completa de la ley, será crucial monitorear de cerca cómo las provincias y los destinos turísticos se adaptan a estas nuevas regulaciones y buscan soluciones para minimizar el impacto en la industria del turismo, al tiempo que se contribuye a la sostenibilidad ambiental.

 

*Jesús Menéndez López es CEO de Hotel Mystery Guest. Cuenta con MBA en Gerencia y Dirección hotelera por la Universidad Politécnica de Madrid y ha realizado estudios en UCC (University College Cork, Irlanda).