“Hemos pasado de un volumen de 1.800.000 días de esquí a niveles prácticamente inexistentes”, señala Juan Ramón Moreno, director general de Grandvalira-Nevasa, en una entrevista para Tourinews. Grandvalira es una estación y resort para los amantes de los deportes de invierno que se ha convertido en una marca muy reconocida a nivel internacional en el mundo de la nieve. Ubicada en Andorra, cuenta con el dominio esquiable más grande del sur de Europa, con 210 kilómetros de pistas, a los que se suman los 30 kilómetros más de Ordino Arcalís.

Moreno defiende que los deportes de invierno ofrecen unas condiciones ideales que dificultan el contagio del virus, por lo que, si a eso se le añade la fuerte inversión que han realizado para cumplir con los protocolos e implantar las medidas de seguridad, desde el sector no entienden “muchas decisiones que se toman a nivel político”. No obstante, Moreno es optimista y cree que los últimos datos sanitarios invitan a mantener la esperanza, por lo que esperan a sus clientes hasta final de temporada “con los brazos abiertos, para que pasen una maravillosa semana y se olviden de todo lo que está pasando”.

Pregunta (P): ¿Qué es Grandvalira?

Respuesta (R): Grandvalira es una marca que en el mundo de la nieve es muy reconocida por todos los esquiadores. Somos el dominio esquiable más grande del sur de Europa y, en Andorra, somos el líder absoluto del mercado. Tenemos distintas estaciones dentro del territorio: por un lado, está el dominio Grandvalira que tiene 210 kilómetros de pistas, de los cuales ahora mismo hay 71 kilómetros abiertos, y que incluye las zonas de Pas de la Casa, Grau Roig, Soldeu, El Tarter, Canillo y Encamp; y, por otro lado, en el otro valle de Andorra, tenemos una estación que es más pequeñita [Ordino Arcalís], tiene solo 30 kilómetros de pistas, pero es muy atractiva, en el sentido de que la calidad de la nieve siempre es fantástica por su ubicación y su orientación y, al mismo tiempo, es el paraíso de los freeriders. De hecho, esta semana se celebra una de las pruebas del Freeride World Tour. También cuenta con una de las pistas verdes más largas de Europa. Para el público familiar es una estación muy agradable porque está todo muy concentrado y con muchas opciones para todos los niveles. Por lo tanto, tenemos una oferta muy completa.
 

Estación de Grandvalira - Andorra

Estación de Grandvalira - Andorra

P: ¿Y cuál es la situación?

R: En términos de números de días esquiados al año, estamos siempre entre los 15 primeros del mundo. Este año pasamos de un nivel de volumen normal, de un año bueno, en el entorno de 1.800.000 días de esquí, a unos niveles prácticamente inexistentes y, por el momento, solo con esquiadores locales. Aunque también puede venir gente desde las áreas sanitarias que se lo permitan como, por ejemplo, desde Madrid. Además, está nevando estos días y hace buen tiempo, con lo cual las condiciones van a ser inmejorables. Estamos deseando que todo el mundo pueda empezar a venir en el momento en el que esas restricciones empiecen a desaparecer.

P: ¿Cómo se encuentra el sector del esquí?

R: El sector anda mal, como le pasa a cualquier negocio que tenga relación con el mundo del turismo. Nos está tocando vivir una temporada tremendamente complicada, llevamos ya casi un año desde que empezó la pandemia y, para nosotros, esto tiene un impacto tremendo en el negocio y en los resultados. Esperemos que las cosas vayan poco a poco a mejor, que parece que los indicadores de los últimos días nos dan un poco de esperanza, porque hasta ahora todas las noticias han sido demoledoras. Pero la realidad es que nosotros teníamos previsto empezar la temporada el 4 de diciembre, con el puente de la Inmaculada, y al final hemos abierto el día 2 de enero, solo para residentes, y así nos mantenemos hasta la fecha de hoy. Estamos condicionados por la situación de lo que está pasando en todo el mundo, porque básicamente tenemos un mercado internacional muy potente como estación de esquí con respecto a otras de nuestro entorno. Pero este año los mercados de proximidad, España y Francia fundamentalmente, eran clave y la gente no está pudiendo moverse y eso hace que nosotros no podamos tener visitantes, ese es el problema.

 

Juan Ramón Moreno, director general de Grandvalira

Juan Ramón Moreno, director general de Grandvalira

P: ¿Cómo afectó el principio de la pandemia al final de la temporada de esquí anterior?

R: En nuestro caso, la realidad es que el año pasado iba camino de año de récord, una vez más. Récord absoluto en facturación y en números de días de esquí. La temporada se cerró justo un mes antes, el 14 de marzo de 2020, de la fecha pronosticada. Aún así, casi casi se consiguieron los objetivos que estaban previstos para todo el año, imagínate. Y el mes que quedaba teníamos un nivel de reservas tremendo, estábamos al 100%, habría sido un año absolutamente récord. Por lo tanto, dentro de la gravedad, tuvimos suerte de que se produjera en el mes de marzo, si se hubiera producido en diciembre hubiera sido otra temporada entera tirada por la borda, con todo el desastre económico que eso conlleva para un país como Andorra, que vive eminentemente del turismo y que tiene alrededor del mundo de la nieve muchos negocios y sectores dependientes, como hoteles, restaurantes, tiendas… Todo esto se está viendo afectadísimo y, por tanto, es un gran impacto para un país en el que tradicionalmente la economía ha ido bien. Este año, por primera vez, nos estamos encontrando con una situación que no se había vivido hasta la fecha y que está siendo muy duro para todo el país en general.

P: Y cuando no hay nieve, las estaciones de esquí también tienen actividad turística, ¿no?

R: Sí. En el caso de Grandvalira, tenemos una innivación artificial que está en el entorno de las dos terceras partes de la superficie esquiable. Este año hemos estado produciendo nieve desde diciembre hasta mediados de enero, a unos niveles muy por encima de años anteriores, con lo cual llegamos a ese momento con una innivación fantástica. La nieve de cultivo nos ha permitido tener una apertura de todos los dominios que queríamos. Por esa parte, hemos trabajado duro para estar preparados y tener el mejor producto posible en el momento en el cliente pueda empezar a venir desde todas partes. Hemos hechos nuestros deberes. A eso se le añade que están cayendo nevaditas en los momentos oportunos que nos permite tener espesores y que las temperaturas están siendo más bajas de lo normal este invierno, prácticamente hemos estado todo el mes de enero por debajo de los 0 grados, llegando a los -10 o -12 grados muchas noches. Todo eso ha permitido que la calidad de la nieve sea fenomenal.

P: El esquí es una actividad que se practica a distancia. ¿No sería un deporte recomendable?

R: Absolutamente sí. Hay muchas decisiones que se toman a nivel político que tampoco entendemos, porque realmente es un deporte al aire libre, en el que hay mucha menos probabilidad de contagiarse que en otros espacios cerrados en los que sí se permiten operaciones. Nosotros no decimos que no haya que operar en otros sitios, queremos que sí, pero, desde luego, en el nuestro claramente se debería poder. Nadie puede garantizar que no se vaya a producir ningún contagio, pero sí te puedo asegurar que hemos invertido tiempo y muchas horas de trabajo en hacer que la estación esté preparada para minimizar el riesgo que existe de contagiarse dentro de ella. Cumplimos con la normativa internacional que dice que hay que llevar la mascarilla en todo momento, salvo cuando estamos esquiando, que no es necesario. En los espacios cerrados tenemos la limitación de aforos, desinfección y ventilación de los espacios de una manera frecuente… Es decir, estamos tomando todo tipo de medidas, con certificados de compañías especializadas en este tema, con los sellos correspondientes que la gente puede ver en nuestra web. Hemos adaptado todo para que se pueda venir con la máxima tranquilidad. Y el hecho de que sea un deporte al aire libre, sin duda, ayuda muchísimo a que el contagio se complique. Como digo, no podemos decir que es imposible, pero, de verdad, que es muy difícil.



P: ¿Y los protocolos han sido específicos para las estaciones o se aplican los protocolos estándar?

R: Hay una parte que son específicos y hay otros que sí son estándar como, por ejemplo, tener geles hidroalcohólicos por toda la estación o reservas en los restaurantes. Este año en el mundo de la montaña también se han lanzado productos específicos homologados, como un buff que tapa la nariz y la cara y lleva un filtro interior, que se puede llevar puesto para esquiar y funciona como mascarilla en los accesos a los remontes, que es donde es más necesario tenerlo. Pero también tenemos que llevar la mascarilla normal en el bolsillo de la chaqueta para ponérnosla en determinados sitios donde la piden, como en la entrada a un restaurante. Es decir, sí que hay una serie de medidas que son específicas y que nosotros estamos llevando a rajatabla, como todo el tema de desinfección de las instalaciones que se ha hecho con sistemas específicos, fotocatalíticos, que garantizan una desinfección a largo plazo. También en las escuelas de esquí, en cuanto al número de personas, los aforos; en los restaurantes, que se han establecidos algunos específicos para los grupos, que tengan las distancias y el número de personas apropiados en cada momento…

Y, al mismo tiempo, hay que pedirle a la gente que nos ayude. Somos los usuarios los que tenemos que ser muy cuidadosos y cumplir con las normas si queremos que nos permitan seguir esquiando. En ese sentido, la gente que ha venido a Grandvalira se ha comportado de manera impecable y estamos seguros de que así va a seguir siendo. Les pedimos a todos que, por favor, cumplan con las normas por el propio bien del deportey no nos pongan trabas, yo creo que eso es importante.

P: El esquí es el producto estrella, el gancho para el turismo de invierno y de montaña. Pero, dentro de la cadena de valor hay muchos otros servicios como restaurantes, hoteles y ocio. ¿Afecta en cascada o esos servicios se están consumiendo igual?

R: Claro que afecta, sin duda alguna. Al final, el motor de Andorra, especialmente en invierno, es el esquí y, si la gente no puede venir a esquiar, hay un montón de sectores que sufren, empezando por los hoteles y los restaurantes. Andorra, para que te hagas una idea, la gran ventaja que tiene con respecto al entorno del Pirineo, es la oferta global de ocio que tiene para la gente que viene a esquiar. En otros sitios tienes el esquí y poco más, mientras que aquí tienes una oferta tremendamente amplia, con un montón de actividades de invierno más completas que lo que tiene nuestra competencia.

P: ¿Qué actividades hay disponibles?

R: Nosotros tenemos varias zonas de la estación en las que se pueden realizar actividades de todo tipo, excursiones con raquetas, hay una tirolina, actividades para niños con serpientes de nieves, trineos de perros, tiendas para hacer compras, una estación de esquí de fondo… Hay muchísimas actividades en torno al mundo de la nieve para que, el que no es esquiador, pueda pasar, sin ningún problema, una semana haciendo cosas distintas. Además, tenemos una compañía dentro de Grandvalira que se dedica a gestionar todo esto, se llama Èpic y tiene unos puntos a lo largo de la estación con unos refugios de montaña en los que puedes pasar la noche y tener una experiencia diferente dentro de la montaña, con una decoración maravillosa y espacios tremendamente atractivos. En Caldea, en el centro de Andorra, también tenemos el espacio con aguas termales más grande de Europa y es una experiencia muy interesante.
 

Grandvalira ofertas

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P: ¿Ha habido o está habiendo ayudas?

R: Estamos en ello. Andorra no pertenece a la Unión Europea y, en ese sentido, no podemos tener el soporte que tiene un país como España o Francia, por ejemplo. Aquí las ayudas se están negociando a nivel local con el Govern de Andorra, que está mostrando buena voluntad, por lo que esperemos que lleguen. Están llegando de otro modo, a través de los ERTES —denominados ERTOS en el principado—, y otro tipo de ayudas económicas que hemos recibido durante el mes de diciembre. Pero sí que es importante, porque la pérdida de ingresos está siendo demoledora y, para poder sobrevivir y seguir abiertos, necesitaremos ayudas.

P: Las cámaras con imágenes en vivo de las pistas a través de la web son muy seductoras. Para los fanáticos del esquí, encontrarse las pistas así tiene que ser una maravilla…

R: Es un auténtico lujo y al mismo tiempo es triste ver cómo está de vacío todo. El otro día, incluso, yo decía que teníamos sentimiento de culpabilidad porque sabiendo como está todo el mundo ahí afuera, la realidad es que aquí estamos como en una burbuja. Y es muy triste que no todo el mundo pueda venir. Pero bueno, parece que la vacuna está empezando a hacer el efecto que se espera y que las curvas están mejorando, sobre todo en España, así que esperaremos hasta final de temporada a todos los españoles con los brazos abiertos para que nos visiten y pasen una maravillosa semana y se olviden de todo lo que estamos pasando.