La Cámara de Comercio de Barcelona ha puesto en valor la importancia del sector de los cruceros como generador de riqueza compatible con el nuevo modelo de turismo promovido por el Ayuntamiento de la capital —que propone reducir a la mitad el número de cruceristas durante la temporada alta—. La institución ha emitido un comunicado, en el que reclama al Ejecutivo municipal que se aceleren todas las inversiones para la mejora de las instalaciones del Puerto de Barcelona relacionadas con el servicio de los cruceros.

Se recalca varias veces en el texto el deber de seguir trabajando en el acuerdo alcanzado con el consistorio en 2018, en el que se limitaba la actividad crucerística “alejando las terminales de cruceros de los barrios cercanos al puerto”, entre otras medidas. A cambio, el Puerto de Barcelona debe apoyar el desarrollo de sus instalaciones como punto receptor de los turistas de crucero, segmento que más dinero deja en la ciudad —20% del gasto total de los turistas vacacionales en Barcelona, según apunta la propia Cámara—.

La Cámara de Barcelona insta así a cumplir el IV Plan Estratégico, en el que se recogen diferentes medidas para la sostenibilidad del Puerto, como la descarbonización, la electrificación del Muelle Adosado para la conexión de cruceros o la garantía de una movilidad de los cruceristas respetuosa con el medioambiente.

Asimismo, el organismo de Comercio se muestra abierto a nuevos análisis sobre el impacto del sector de los cruceros, con el objetivo de dilucidar las medidas necesarias para posicionar al recinto portuario de Barcelona “como un puerto sostenible acorde con los retos del siglo XXI”.