Después de que se descartase la posibilidad de ampliar el Aeropuerto de Barcelona, desde la Cámara de Comercio vuelven a la carga y recuperan una vieja idea con el objetivo de que el aeródromo pueda incrementar su capacidad para recibir a turistas de gran interés por su alto nivel de gasto.

En concreto, desde la entidad proponen que el aeropuerto barcelonés se convierta en un hub de vuelos intercontinentales, como es el caso de Londres/Heathrow o el París/Charles de Gaulle y, para ello, recomiendan retomar una antigua propuesta: que Reus y Girona se conviertan en una suerte de extensiones del mismo para absorber el tráfico más ‘low cost’.

“Si finalmente Barcelona se convierte en un nodo intercontinental, Girona y Reus tendrán que canalizar la creciente demanda de tráfico intraeuropeo que la capital catalana no podrá asumir”, comentan.

La Cámara sostiene que “Barcelona debe contar con un aeropuerto con un peso más grande de vuelos de largo radio”, poniendo el foco en Estados Unidos, México, Canadá y los mercados asiáticos, específicamente Japón, India y China.

En definitiva, sugieren construir un modelo aeroportuario catalán, para lo que es necesaria la conexión ferroviaria de Girona y Reus con el centro de Barcelona.