Europa concentra las tres grandes ferias turísticas mundiales. Mientras que la World Travel Market de Londres cierra el año y FITUR (en Madrid) funciona como pistoletazo de arranque, se podría decir que la ITB de Berlín destaca por los grandes niveles de negocio que se generan en ella, con unas cifras superiores a los 6.500 millones de euros.

Hoy arranca este evento que se prolongará hasta el 12 de marzo y que aúna en un mismo espacio áreas de exposición, conferencias y actividades que giran alrededor del turismo. Una oportunidad para destinos y empresas turísticas de incrementar las reservas y ventas ante la gran cantidad de público visitante.

Todo augura que la feria, que celebró en su pasada edición su 50º aniversario, va a ser todo un éxito, habiendo vendido todas sus entradas con dos semanas de antelación a su inicio. Y es que las cifras le avalan: ocupará 160.000 metros cuadrados del recinto ferial Messe, donde estarán presentes más de 10.000 expositores provenientes de 187 países de los cinco continentes.  A su vez, recibirá 120.000 visitantes comerciales y 60.000 visitantes privados.

En el marco de la feria, se celebrará la ITB Berlin Convention 2017 (del 8 al 11 de marzo) que este año versará en torno a la situación geopolítica mundial y ‘Al fin del mundo tal y como lo conocemos’. En este programa con más de 400 eventos en los que se analizan las tendencias de la industria turística, participarán 26.000 asistentes y 400 conferenciantes de renombre.

Nadie mejor para descifrar los entresijos de la gran cita de la industria turística alemana y mundial que Hans Müller, Director de contratación hotelera de Thomas Cook en España y miembro de la junta directiva del Fomento del Turismo de Mallorca. Con un currículum que le respalda de sobra, el germano ha hecho las veces de sherpa para Tourinews dando su visión profesional sobre la misma. 

Pregunta (P): ¿Por qué ITB es una de las grandes ferias internacionales del sector?

Respuesta (R): Porque se reúne la “crème de la crème” del turismo mundial en la capital alemana, unos de los mercados más importantes a nivel europeo.

P: ¿Qué tiene que no tengan ni Fitur ni World Travel Market?

R: Una organización perfecta con un ambiente profesional pero relajado.

P: ¿Cuál es el objetivo de un profesional en la ITB?

R: Sobre todo hacer y mantener relaciones con otros profesionales del sector. Algunos incluso firman contratos, los demás profundizan sus relaciones.

R: ¿Qué tipo de relaciones se pueden generar en la feria?

R: De todo tipo. Primer contacto con empresas nuevas, profundizar en las negociaciones, hacer “networking” y mucho más.

P: ¿El negocio se concentra en las horas de feria o fuera de ellas?

R: En ambas, en una feria se trabaja día y noche. Hay cenas de negocios y presentaciones de productos también fuera de la feria, y por la noche, se continúa en los hoteles de la ciudad.

P: ¿Qué tipo de reuniones lleva a cabo un turoperador como Neckermann (Thomas Cook) en ITB?

R: De todo tipo. Sobre todo con los hoteleros, líneas áreas, periodistas, con distribuidores pero también con políticos de los destinos vacacionales.

P: ¿Es bueno que vayan todos los hoteleros a la feria?

R: Esta feria es una institución y, según mi opinión, un hotelero que comercializa su propio hotel debería estar. Es una ocasión perfecta para informarse de cómo está el ambiente mundial referente al turismo.

P: ¿Está más orientada a la industria o a los visitantes privados? ¿Influye en la decisión vacacional de los alemanes?

R: Yo creo que está más orientada a la industria. Puede ser que la feria influya algo al visitante, pero es un efecto mínimo, ya que prácticamente solo hay visitantes residentes en Berlín.

P: ¿Qué países o destinos sacan más partido a la feria?

R: Esto depende de la presentación que haya elegido el destino. Al final depende de los metros cuadrados y del diseño de los stands, así como de los representantes que están presentes.

P: ¿Puede contarnos alguna anécdota curiosa que te haya ocurrido en la ITB?

R: No recuerdo ninguna anécdota, pero sí recuerdo  la fiesta canaria que durante décadas se ha celebrado en el KDW en una noche de la ITB. Esta fiesta era una institución y la gente se peleaba por conseguir una invitación. Había música canaria, papas arrugadas con mojo y mucho más de la rica cocina de Canarias. Políticos, hoteleros, agentes de viajes, touroperadores, periodistas y algunos famosillos disfrutaban de un ambiente inmejorable. Creo que esta fiesta era más importante para el famoso ‘networking’ que las reuniones durante el día.