La compañía aérea valenciana ‘Air Nostrum’ se encuentra en fase de despegue para entrar en el negocio ferroviario, como potencial competidor de Renfe. Una empresa creada por los accionistas de esta aerolínea y liderada por Carlos Bertomeu, sería la encargada de presentar las alegaciones a las condiciones fijadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), en el proceso para la entrada de operadores privados en el transporte ferroviario de pasajeros.

Bajo el nombre de Intermodalidad del Levante SA (Ilsa), los dueños de ‘Air Nostrum’ crearon esta sociedad en el año 2015, con el objetivo de aprovechar posibles oportunidades de negocio, ante la liberalización prevista en el sector ferroviario.

Los nuevos planes de Ilsa están encaminados a postularse como operador ferroviario de ámbito internacional, entre España y el sur de Francia. Entrar en esa línea supondría competir directamente con Renfe en el corredor Madrid-Barcelona.

Los servicios de transporte internacional de pasajeros están liberalizados desde 2010, mediante una directiva que, según CNMC, incluye el derecho de los nuevos operadores "de recoger y dejar viajeros en cualquiera de las estaciones, situadas a lo largo del trayecto internacional, incluso las situadas dentro de un mismo Estado (cabotaje)".

Competencia puede limitar la entrada de compañías privadas como operadores de líneas ferroviarias internacionales, si se demuestra, según comentan, que “el objetivo principal del nuevo servicio ferroviario no es el transporte internacional”. De esta manera, se evita que la puesta en funcionamiento de estos nuevos servicios implique  la liberalización del transporte de viajeros dentro de un mismo país.

Fuentes de ‘Air Nostrum’ han señalado que el proyecto de los socios de la aerolínea, articulado a través de la sociedad Intermodalidad de Levante, "continúa avanzando", sin ofrecer más detalles porque el proceso está "en una fase inicial".