En unos pocos años, Ibiza hapasado de ser un destino de jóvenes juerguistasa una de las marcas másreconocidas del turismo de lujo en España. Todos los veranos, incluido éste de 2015, aparecen en la prensa mundial, especialmente en labritánica, fotos de famosos del mundo entero que han escogido la Islapara sus vacaciones. 

Ibiza 1

Los nuevos hoteles, restaurantes, beach clubs, las recepciones en los locales con los más reconocidos DJ´s,los apabullantes yates que atracan en las marinaslocales, lasmansiones en las que se celebran las más costosas recepcionesprivadas,conforman un universo de lujo al que aspiran todos los destinosturísticos. 

Muchos de los que acceden a esa élite se desplazan en avión privado, o por lo menos aspiran a hacerlo. 

Ahora,según leo en la prensa balear, Podemos, queGobierna con el PartidoSocialista en el Consell Insular, pide a Aena que no se amplíe la zona dejets privados del aeropuerto, puesto que los que se desplazan en ellosrepresentan un turismo ? minoritario, elitista, absurdo y clasista?.

Laverdad es que todos los adjetivos que han utilizado se correspondenperfectamente con ese turismo. Es minoritario porque los ricos de verdadno son demasiados, elitistas porque buscan sus propios espaciosaislados, absurdo que en una de sus acepciones significa conductaextravagante y clasista por razones obvias.

También tienen razónen otra de las acusaciones relativa a la alta polución atmosférica queproducen dichos avionesen relación al número de pasajeros quetransportan. Pero la puñetera realidad es que Ibiza se dedica alturismo. Podía haberse dedicado a la industria química, comointentaron, con poco éxito, hacer en Cerdeña con una actividad que no esni minoritaria ni elitista, ni absurda ni clasista, aunque sí contaminante y mucho más fea. 

Lo cierto es que si te dedicas a algohabrá que intentar obtener la mayor rentabilidad y eso no se va aconseguir limitando el número de aviones privados que pueden aparcar enel aeropuerto. Actualmente hay espacio para 25.El año pasadose realizaron 10.000 operaciones que movieron 23.000 pasajeros, es decir, 11.500 personas. Una cifra importante pero minúscula encomparación con los tres millones de turistas de Ibiza y Formentera.

Elgasto de cada uno de esos pasajerosy los empleos que creancompensanlo absurdo de la situación. Pongan trabas y se irán a otro sitio.Sáquenles las perras, que para eso las tienen, pidan a AENA que subanlas tasas aeroportuarias a los privados y que compartan los ingresos conel Consell.

El Presidentdel Consell Vicent Torres, que hatenido la inteligencia política de ocuparse también de la cartera deTurismo, es un hombre cargado de sentido común, por lo que estoy segurode que tiene las ideas claras en este asunto.