Ya se puede observar en las Dunas de Maspalomas, al sur de la isla de Gran Canaria (San Bartolomé de Tirajana), los primeros síntomas del proyecto Masdunas, un plan de restauración ambiental promovido por el Cabildo de Gran Canaria, que tiene como fin evitar la desaparición progresiva de estas montañas de arena.

Según ha informado Canarias 7, es la primera vez que se implanta un proyecto de estas características sobre dunas áridas. Para que funcione, se han instalado diferentes captadores de arena en la zona, que son unas rejillas de madera que en pocos días van formando una montaña de arena: el comienzo de una nueva duna.

El plan consiste, en primer lugar, en la extracción de arena de la costa de Maspalomas, denominada La Bajeta, antes de que se pierda en el fondo del océano. A posteriori, esta arena se traslada hasta el inicio del recorrido de las dunas, es decir hasta playa de inglés. El viento, a su vez, moverá los sedimentos, punto en el que actúan los captadores, frenando su velocidad y haciendo que se precipiten y acumulen.

Al respecto, el director de la Reserva Natural Especial Dunas de Maspalomas y biólogo, Miguel Peña, aclaró: “Se instalan dos captadores y entre ellos dos plantas de balancones (planta arbustiva autóctona); de hecho si dejamos las plantas solas es tanta la arena que se acopia que las ahogaría”. De esta manera, se espera que el campo de dunas se acerque a la orilla, antaño separadas por 70 metros y en la actualidad por 200.

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Captadores de arena dispuestos en las Dunas de Maspalomas | Foto: Canarias 7

El proceso está monitorizado, constantemente, por tres equipos científicos, uno marino y dos terrestres, para así actuar en función de la información que ofrezca la naturaleza, que es la que establece el camino a seguir. Los resultados de este proyecto, a su vez, servirán para desarrollar un protocolo de actuación.

Las Dunas de Maspalomas, uno de los enclaves turísticos por excelencia de la isla, fueron declaradas Reserva Natural Especial en 1994. Hace dos décadas, un equipo multidisciplinar vinculado al Grupo de Geografía Física y Medio Ambiente de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria inició una investigación sobre las transformaciones experimentadas por este lugar. Una de las conclusiones a las que se llegó, es que las dunas pierden cerca de 98.000 metros cúbicos de arena al año. Con este proyecto se pretende recuperar 60.000 metros cúbicos.