Una falsa alarma de incendio a bordo de un avión de Ryanair en el aeropuerto de Palma (Mallorca) desencadenó escenas de pánico que terminaron con 18 personas heridas de levedad. El incidente se produjo alrededor de las 0:30 de la madrugada del sábado, cuando el avión, que se preparaba para despegar hacia Manchester (Reino Unido), fue evacuado tras activarse el piloto de incendio, a pesar de que no se llegaron a registrar llamas reales, tal y como ha confirmado Aena.

Según narra La Vanguardia, los problemas surgieron durante la evacuación, inicialmente prevista por la escalerilla principal. Los empleados de la compañía abrieron las puertas de emergencia y trataron de desplegar las rampas de salida, pero los pasajeros, víctimas del pánico, se adelantaron. El miedo se apoderó de los viajeros, lo que provocó una estampida descontrolada. Varios de ellos, en su intento desesperado por salir del avión, optaron por saltar desde las alas de la aeronave —que se encuentran a una altura considerable— directamente a la pista, lo que derivó en múltiples contusiones.
 

Aunque la tripulación trató de seguir el protocolo de seguridad, el desorden generalizado impidió una evacuación ordenada. El pánico colectivo dificultó la labor del personal a bordo, que no logró frenar a los viajeros más alterados.

Cuatro ambulancias y efectivos de emergencia, así como la Guardia Civil, se desplazaron al lugar, atendiendo a los heridos, de los cuales seis necesitaron traslado hospitalario. La mayoría de los ocupantes del vuelo eran turistas británicos que regresaban a casa tras sus vacaciones en Mallorca.

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