Una nigeriana de 27 años fue detenida en el aeropuerto internacional Schwechat de Viena por tirar a su bebé recién nacido a un cubo de basura para no perder un vuelo. La mujer había volado desde Minsk (Bielorrusia) y no quería perder una conexión hasta Washington. El bebé fue trasladado al hospital, pero no sobrevivió y la joven fue encontrada media hora después en una sala de espera llena de sangre y durmiendo. Ahora se enfrenta a una condena de seis meses a cinco años de prisión