ACTUALIZADO el 20/10/2022 a las 14:15 (hora local)

La Capitanía Marítima ha aclarado que no ha recibido solicitud ni plan alguno por parte de la empresa propietaria de la réplica del galeón Santísima Trinidad. Así, la entidad defiende que hasta que se envíe la propuesta solicitante, no puede intervenir en el proceso de desguace.  

La réplica del galeón Santísima Trinidad, que entre 2011 y 2017 atrajo a miles de personas a su cubierta ubicada en una transitada zona del puerto alicantino, se encuentra en estado de abandono. Y es que este modelo —que no puede ser considerado oficialmente como un barco, ya que no tiene capacidad de navegación— ha funcionado desde su creación como un restaurante flotante, y desde hace unos años ya no dispone de los permisos comerciales necesarios para continuar la actividad de ocio y restauración que lo hacía rentable. Ahora, irá directo al desguace.

 

Texto publicado originalmente el 12/10/2022 a las 06:15 (hora local)

Tras construirse su estructura, fue acondicionado definitivamente en 2006 en un astillero de Algeciras (Cádiz), reproduciendo con detalle el galeón Santísima Trinidad, un histórico navío de la Armada Española. Desde entonces, estuvo destinado al ocio como bar, restaurante y pequeño museo, primero en el puerto de Málaga —desde 2006 hasta 2011— y después en el mencionado puerto de la ciudad de Alicante. La entrada general al interior de la réplica tenía un valor de 5 euros, por lo que muchos curiosos accedían al modelo sin necesidad de consumir en el bar, obteniendo así el negocio varias vías de ingreso. 

Sin embargo, a finales de 2016, comenzó un proceso legal entre el Ayuntamiento de Alicante y el propietario del navío, tras revocar las instituciones portuarias una nueva concesión, alegando problemas de seguridad que podían derivar en un posible hundimiento de la estructura. Así, el barco fue encallado en las instalaciones portuarias de Alicante a la espera de algún comprador. Cuenta el medio La Vanguardia que, tras varios movimientos frustrados de inversores, una empresa turística de Cabo Verde se hizo con el falso navío con la intención de trasladarlo a su país. Los grandes gastos que suponía el traslado imposibilitaron que se llevara a cabo el plan, llevando al Santísima Trinidad finalmente al desguace, a falta de que Capitanía Marítima acepte las condiciones del despiece sobre el agua propuestas por la compañía propietaria, debido a que existe un riesgo de contaminación al llevar a cabo dicho proceso. 

Galeón Santísima Trinidad
 

Galeón Santísima Trinidad —el navío más grande del mundo en su época— participó en las principales batallas navales con participación española a finales del siglo XVIII, hasta que fue capturado por el imperio inglés en la Batalla de Trafalgar (1805). Sus captores trataron de llevarlo a remolque hasta Gibraltar, pero terminaría por hundirse días después a pocas millas de Cádiz.