Desde los primeros años 2000, el concepto beach club empezó a asentarse en los destinos turísticos de la Costa del Sol, con Marbella y Torremolinos a la cabeza. En la última década, esta denominación se ha incrementado más si cabe en los establecimientos del litoral, aunque muchos lo hacen simplemente por sumarse a la moda, cuando en realidad siguen manteniendo el clásico ambiente de chiringuito playero

Según ha reconocido a Málaga Hoy el presidente de la Asociación de Empresarios de Playas (Aeplayas) de Málaga, Manuel Villafaina, pese a la denominación en inglés que se otorga a estos establecimientos de playa, “hay pocos que no se dediquen a dar lo clásico”, subrayando que “el 90% sigue con la misma situación” y “un 5% se dedica a dar comidas y un poco de música”.

Villafaina ha explicado que la principal diferencia entre un beach club y un chiringuito tradicional es que el primero “puede llegar a tener un permiso de música, un cantante o un DJ”, así como de “dar otra clase de comidas” además del típico pescado frito y contar con un tipo de público “más joven”.

“El cambio viene por la modernidad”, ha relatado el representante empresarial, destacando que “el hecho de que se llame beach club no quiere decir que no sea un chiringuito”. El presidente de Aeplayas ha valorado que “ha cambiado el nombre, pero no el concepto”, destacando que “a la gente le gusta la playa, son modas y se implanta la del beach club”.