El consistorio presentó el pasado lunes el primer Plan de Desarrollo Económico de Distrito 2016-2021, promovido por Barcelona Activa y con un presupuesto total de 1,25 millones de euros, y que tendrá como objetivo frenar el monocultivo turístico, es decir, la concentración de todas las actividades económicas del distrito en este sector; la gentrificación, proceso de transformación urbana en el que la población original de un sector o barrio deteriorado es progresivamente desplazada por otra de un mayor nivel adquisitivo a la vez que se renueva; y la precariedad laboral. El Ayuntamiento responde así a las críticas que acusan a la ciudad de apostar exclusivamente por el turismo como recurso económico. Frente a esto se aplicarán diversas medidas en cinco distritos barceloneses que tratarán de fomentar el comercio de proximidad, el turismo sostenible, la economía solidaria y cooperativa y la creación y dignificación del empleo. El distrito Ciutat Vella puede ser el más beneficiado, pues es el que más población original ha perdido. Asimismo, tratarán de evitar el cierre de 80 comercios históricos que no tienen relevo generacional, creando a partir de ellos nuevos puestos de trabajo y nuevos profesionales del oficio. Gerardo Pisarello, teniente de alcalde de Barcelona, ha explicado que quieren evitar "nuevas burbujas" y monocultivos económicos, así como impulsar que el turismo suponga riqueza para los vecinos. El plan incluye también 50 proyectos de emprendeduría y un catálogo de proveedores para que el comercio de proximidad pueda beneficiarse de los negocios de la zona. También se realizarán inspecciones en el sector turístico y se destinará lo recaudado en aquello que los vecinos decidan