La típica imagen de un grupo de personas ataviadas con lencería hortera, muñecas hinchables o gorros con genitales de plástico podría tener los días contados en la mayoría de ciudades de España. Tanto ayuntamientos como bares y alojamientos se están hartando de acoger a este tipo de turismo obsceno basado en las despedidas de soltero.
Málaga, Córdoba, Logroño, León, Salamanca, Sevilla o Granada son algunas de las urbes cuyos consistorios han empezado a modificar sus ordenanzas municipales para poner coto a esta modalidad turístico-fiestera que altera los ánimos de vecinos, empresarios hosteleros y propietarios de alojamientos y viviendas turísticas, informa La Voz de Galicia.
Las medidas implementadas buscan acabar con las exhibiciones indecorosas de vestuario, complementos y objetos de carácter sexual en la vía pública. Por su parte, los hosteleros están acogiéndose al derecho de admisión para esquivar estos grupos enfervorecidos de personas, por lo general, con significativas dosis de alcohol en su organismo, que pueden acabar por molestar al resto de la clientela.