El municipio de Alboraia, conocido como la ‘pequeña Venencia’ del litoral de la Comunidad Valenciana, contará por fin con una oficina de turismo permanente que se ubicará en uno de sus inmuebles más emblemático, el conocido popularmente como ‘chalet azul’. La familia propietaria decidió ceder el edificio para destinarlo a uso público de interés social, por lo que será completamente reformado con un presupuesto de dos millones de euros para atender a todos aquellos turistas que requieran de información turística. 

El diario Levante-EMV publica que este edificio fue mandado construir en 1931 por el exalcalde de la localidad Cristóbal Monrós. La casa consta de un sótano, una planta principal, piso superior y terraza con vistas a todo el municipio. Su arquitectura diferencial y su característico color azul exterior lo han caracterizado durante sus casi 100 años de historia. 

Refugio, fábrica clandestina…


Lo curioso del inmueble, además de su diseño arquitectónico, son los diferentes usos que ha tenido desde su construcción. El citado medio informa de que durante la Guerra Civil sirvió como refugio antiaéreo gracias a su amplio sótano, que protegía de los bombardeos. Ya en posguerra fue reconvertido, primero a fábrica de cirios y, posteriormente, a fábrica clandestina de puros. Ya en la década de los sesenta, el chalet azul acogió también un taller de tintado y curtido de pieles.