Andreas Hunter tenía un vuelo desde Phuket (Tailandia) a Nueva Zelanda, pero el personal de Jetstar no le permitió subir porque su pasaporte estaba en "condiciones inaceptables". Tras viajar por más de 20 países el joven preguntó a la embajada alemana si era necesario reemplazarlo y ésta le informó que no. Hunter ya había pasado los controles de seguridad del aeropuerto y se vio obligado a comprar un nuevo billete con Singapore Airlines.