Actualmente, la actividad crucerística está paralizada y es que las navieras han decidido cancelar sus programas hasta finales de junio-principios de julio. Al comienzo de la expansión global de la epidemia de coronavirus, el sector se convirtió en uno de los que sufrió mayor impacto. No obstante, las cancelaciones de los viajes y la paralización de las reservas a corto plazo no son los únicos efectos que el Covid-19 está teniendo en la industria de cruceros, sino que también ha provocado que la construcción y remozado de algunos buques se haya paralizado y, por tanto, se produzcan retrasos.

Este es el caso del MS Azura, de P&O Cruises, que tenía que ser sometido a una reparación y a la renovación completa de su interior en los astilleros de Navantia en Ferrol (A Coruña) a partir del 7 de mayo, pero dicho proceso ha sido aplazado indefinidamente debido a la crisis sanitaria, tal y como informa Puente de Mando.

El citado medio apunta que la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Ciprián ha retirado el proyecto de sus previsiones, a la espera de que se puedan concretar los permisos de Sanidad Exterior y Capitanía Marítima.

Primer encargo de estas características

Esta no es la primera vez que se retrasan las fechas del proyecto, el primero de estas características que se realizará en el astillero ferrolano, estaba originalmente previsto del 4 al 16 de abril.

El MS Azura es un barco de Clase Grand construido en los astilleros de Fincantieri (Italia) en 2009, realizando su viaje inaugural el 12 de abril de 2010. Tiene 290 metros de eslora, 36 de manga y 8 de calado. Cuenta con capacidad para 3.000 pasajeros y 1.200 tripulantes y suma un total de 19 cubiertas.