Estados Unidos reforzará las medidas de seguridad en los vuelos procedentes del extranjero con el fin de evitar extender la prohibición de portar dispositivos electrónicos en los aviones, según señaló el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, el miércoles. 

Esta decisión supondrá un refuerzo del control en torno a este tipo de aparatos y a los pasajeros que llegan al país en alrededor de 2.000 vuelos comerciales que llegan al día desde 280 aeropuertos de 105 países.

Las compañías aéreas estarán obligadas a instalar detectores de explosivos mejorados, entre otras medidas, en un plazo máximo de 120 días. 

Desde el sector han manifestado su malestar porque serán las empresas las que tengan que asumir los gastos de las nuevas medidas y no comparten que se apliquen el mismo nivel de control en todos los aeropuertos en vez de enfocarse en los que presentan una mayor amenaza.