El Tour de Francia es una de las principales pruebas deportivas de cada verano a nivel mundial, pero este 2022 toma más relevancia si cabe ante la ausencia de otros torneos que le hagan competencia como los Juegos Olímpicos, el Mundial de fútbol —desplazado a invierno este año— o la Eurocopa. Con un seguimiento potencial de 3.500 millones de espectadores desde 190 países, la prueba ciclista se convierte en un verdadero escaparate turístico para el país galo.

Con un recorrido de 3.350 km que atraviesa Francia de norte a sur, para acabar con la llegada triunfal a París el 24 de julio, la competición lleva a cabo una verdadera campaña promocional de las bondades paisajísticas del país, desde el interior y sus puertos de montaña hasta zonas costeras.

Además, supone un gran impacto económico para alojamientos turísticos por la gran cantidad de equipos que se desplazan para competir. Este año son 22 con un total de 218 ciclistas, más sus respectivos técnicos y ayudantes. Asimismo, existen agencias de viajes y touroperadores especializados en organizar experiencias en las diferentes etapas del Tour como Thomson Bike Tours, Sports Tour International, Discover France o Mummu Cycling, entre otros.  

El País Vasco, etapa en 2023
 

Si este año el invitado fue Dinamarca —previo pago de 12 millones de euros—, con etapas en Copenhague y otras ciudades, el que viene lo será el País Vasco. En 2023, la prueba francesa dará comienzo el 1 de julio desde Bilbao (Vizcaya) y continuará con dos etapas más que unirán Vitoria con San Sebastián (Guipúzcoa) y la localidad vizcaína de Amorebieta con Bayona (Francia), según informa El Mundo