El puerto de Palma (Mallorca) acogerá este sábado la llegada de cuatro cruceros con una capacidad conjunta que supera los 15.000 pasajeros, casi el doble del máximo de 8.000 pasajeros diarios fijado en el acuerdo de 2022 entre el Govern balear y la patronal CLIA. La previsión sobrepasa también el tope de tres cruceros al día, de los cuales solo uno puede ser un megacrucero con más de 5.000 plazas.

En concreto, coincidirán en el puerto palmesano el Aida Cosma (5.200 plazas), el MSC Virtuosa (6.334), el Marsella Voyager (1.912) y el Seabourn Ovation (600). Pese al incumplimiento, desde la Conselleria de Turismo señalan que el acuerdo con CLIA es un memorándum sin rango legal, basado únicamente en buenas prácticas voluntarias por parte del sector.

Las organizaciones ecologistas y vecinales denuncian la falta de control real. Desde Palma XXI y el GOB critican que se repitan estos excesos y reclaman medidas vinculantes. “El acuerdo no tiene solidez ni legitimidad si no se puede hacer cumplir”, advierte Margalida Ramis, portavoz del GOB, que reclama una regulación más estricta en declaraciones a Última Hora.

Mientras tanto, el Govern mantiene la intención de conservar el acuerdo actual hasta su expiración en 2027, aunque condiciona una decisión definitiva a los resultados de un estudio de impacto que está en elaboración. Las navieras, por su parte, presionan para que se definan las reglas cuanto antes, ya que planifican con mínimo dos años de antelación.

La Plataforma contra els Megacreuers, que exige un máximo de un crucero al día y no más de 4.000 pasajeros, pide al Govern que abra el debate a la sociedad civil y no limite la toma de decisiones a acuerdos con el sector empresarial.

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