El Gobierno de Cantabria está impulsando un nuevo Plan de Recuperación del Oso Pardo que contempla la posibilidad de restringir el acceso turístico a ciertas áreas naturales para proteger el hábitat de estos animales.

Desde la Fundación Oso Pardo, a través de su responsable, Guillermo Palomero, han respaldado esta iniciativa, señalando que es crucial “revisar y regular el uso turístico en zonas oseras”.

Subrayan que los osos pardos cantábricos, a diferencia de sus parientes americanos, no son agresivos y han aprendido a evitar el contacto con las personas después de siglos de convivencia. Sin embargo, el aumento de la presencia humana, especialmente del senderismo, ha generado que se desplacen a otras áreas, llegando incluso al norte de Portugal.

La consejera de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación, María Jesús Susinos, ha destacado que el anterior Plan se encuentra "muy desfasado" y, aunque la recuperación de la especie ha sido un éxito, con más de 50 ejemplares en los montes, las necesidades actuales "son distintas" y hay que seguir velando por su recuperación y la coexistencia con la especie.

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