Opinión

Playa del Inglés 2.0: ¿para cuándo?

No se ha aprovechado el tiempo para mejorar las infraestructuras y servicios turísticos, ni tan siquiera se han podido mantener en el defectuoso estado anterior a la pandemia

Justo cuando salíamos del confinamiento, la primera parte de este post (“Playa del Inglés 2.0: ahora o nunca”, mayo 2020) proponía varias medidas de mejora de infraestructuras y servicios turísticos, con la idea de aprovechar el tiempo en los meses de arrancada del Turismo que estaban por venir (que finalmente fueron más de 18 meses).

Ahora, dos años después, selecciono 3 aspectos de cada uno de los tres bloques temáticos tratados, con el fin de identificar avances:

(A) Servicios de soporte turístico

Servicios de soporte turístico

A1) Limpieza: ¡un baño, por favor!    


El tiempo de confinamiento y de recuperación turística entre marzo 2020 y octubre 2021 no fue aprovechado para ejecutar una mejora visible de la limpieza de las zonas turísticas. Entre los temas propuestos estaban la limpieza de las aceras, con el fin de eliminar los chicles incrustados (ver aquí cómo lo hacen otros destinos como Denia) y la habilitación de más aseos públicos para evitar el problema de orinar en las vías públicas o en la playa. Recordemos la reciente insistencia de la Asociación de Guías oficiales en habilitar una “red de aseos”, pues comentan que tener que parar durante las excursiones en gasolineras o el aeropuerto para que los turistas vayan al servicio no es la mejor imagen del destino. En general, hablamos mucho de “smart destinations”, pero… ¿Es posible ser un destino inteligente si falta algo tan elemental como un baño?

A2) Y vuelve el timo de la pulsera a la avenida marítima


Vuelve el timo de la pulsera a docenas de turistas al día en la avenida marítima de la Playa del Inglés (a la altura del CC Atlantic Beach). A los dos delitos de intimidación (rodear en grupo a un turista para que acceda a pagar por una pulsera que se le ha sido puesta sin su consentimiento) y estafa (no devolver el cambio si el turista paga los 5 euros de la pulsera con un billete de 10 o 20 euros) se le une algo que debería figurar como delito en tiempos de pospandemia: el contacto forzado sin el permiso del turista, pues el timo precisa de contacto físico.
 

Timo de la pulsera (marzo 2022)


La cuestión es compleja, pues los turistas por 20 euros no denuncian, pero ¿tenemos que esperar a que denuncien los turistas? ¿No deberíamos proteger del delito al turista, que se ve indefenso ante el timo? Es tan solo cuestión de tener voluntad de querer ponerle fin. Ello es válido de la misma manera para los masajes ilegales en la playa, que también han vuelto.

A3) Botellones salvajes: una seria amenaza del Turismo de verano


La pandemia ha impulsado y “normalizado” los botellones callejeros con sus efectos externos: ruidos que impiden el descanso, basura residual (vasos, botellas, cajas de pizza,..), desechos (vómitos y orines) y pérdida de imagen turística. Es decir, cambiamos el descanso de nuestros turistas y residentes por dejar rienda suelta sin limitaciones a grupos de jóvenes, en su mayoría menores y de municipios vecinos. La Policía Local se ha visto incapaz de controlar esta situación, desde que el 9 de mayo del 2021 se levantara el toque de queda. A veces la respuesta a una llamada es: “Solo tenemos esta noche una sola unidad en servicio” (¿una unidad para todo el municipio?). Conviene tomar en serio esta amenaza del Turismo de verano y adoptar medidas nuevas, como p. ej. destinar agentes a pie a patrullar las calles del núcleo. Es decir, actuar sobre terreno y no esperar a las llamadas de los afectados.

En definitiva, los servicios de soporte turístico han empeorado notablemente durante la pandemia. Tanto es así que procesos tan simples y cotidianos como la climatización de una piscina, la reapertura de un servicio de hamacas o la fumigación contra mosquitos en la charca de Maspalomas son celebrados como grandes eventos y logros históricos, no faltando nadie en “la foto”, mientras los residentes más bien esperamos noticias como, por ejemplo, la habilitación de una red de baños públicos o la construcción de ascensores a la playa, en vez de otras tan nefastas como la pérdida de tres banderas azules en las playas del municipio.

(B) Infraestructuras turísticas esenciales 

Infraestructuras turísticas esenciales

B1) Señalética vial deficiente en el núcleo turístico        


Los pasos de peatones confusos continúan tal cual, sea por estar borrosos (“sobrepintado”), p. ej. en la Avda. de Italia, o por haberse usado para los nuevos pasos señalética vertical, que en ocasiones falta, p. ej. en la Avda. de Tenerife. A ello hay que añadir la falta de iluminación en gran parte del núcleo, por problemas de planificación en el suministro de bombillas. Hay tramos, como en la Avda. del TT.OO. Tjaereborg, donde para transitar de noche el turista precisa de la linterna de su móvil. 

Paso de peatones sin señales verticales en la Avda. de Tenerife

B2) Mobiliario urbano: ¡un banco, por favor!


La acertada promoción del segmento silver por parte de Promotur precisa que los municipios adapten sus estrategias a las necesidades de los mayores, pues de nada sirve la mejor promoción del mundo si luego los turistas mayores tienen que bajar más de 70 escaleras a la playa y no se encuentran con ningún baño (ver: “Más turista silver: ¿es suficiente sólo con promoción?”). Una de las necesidades de los silver son los bancos, pues el paseo es una de sus actividades de salud más importantes. Eso sí, el tener bancos para los turistas también implica un mantenimiento (limpieza), pues de noche son usados a menudo por indigentes o para botellones. 

B3) Mantenimiento de las avenidas marítimas         


En la primera parte del post comentamos la importancia de los paseos marítimos como una de las principales ofertas de ocio activo para el turista mayor y de todas las edades. De ahí que el estado de estos paseos debería ser impecable, constantemente reponiendo las baldosas defectuosas y evitando que los turistas se encuentren con “tropezones” en la avenida. El aludido paseo de Meloneras, finalmente, ha sido rehabilitado, ejecutándose la obra a partir de octubre 2021, 18 meses después de haber recibido la subvención para ello del Cabildo. Pero, al menos, se hizo.
 

Recordemos que hay otros tramos de la avenida marítima con necesidad de reforma, como el paseo que conecta Las Burras con San Agustín, obra iniciada en 2017 y que ha quedado en el olvido | Foto: Canariasahora

El resto de la subvención de 10M para infraestructuras turísticas adjudicada en abril del 2020 aún está pendiente de ejecutar, exceptuando los 0,5 M utilizados en la calefacción de la piscina municipal de San Fernando. ¿Cuánto del importe adjudicado por el Cabildo será devuelto por no-ejecución? (como p. ej. los 0,5 M devueltos en diciembre 2021)

 

(C) Infraestructuras turísticas estratégicas

Infraestructuras turísticas estratégicas

C1) Chiringuitos de la playa: ¿cuándo abrimos?           


La incapacidad de gestionar la adjudicación de los servicios de los chiringuitos ha provocado que a día de hoy, dos años después de la salida del confinamiento, aún sigan cerrados. Es un tema puramente de la gestión municipal. Ahora mismo el debate no es el de 2020, es decir, si podemos ofrecer un servicio de chiringuitos más moderno, tal como lo hacen otros destinos (con cocina, terraza, productos de alta gama, acceso nocturno, servicio a las hamacas, etc.). No, ahora hemos retrocedido a un debate mucho más básico: ¿cuándo abrimos? 

En este punto del post, en el contexto de los chiringuitos, permítanme incluir unas líneas en recuerdo de Lorenzo Ortego, que nos ha dejado hace pocos días.
 

Chiringuito en Cádiz, verano 2019 (Fotografías Lorenzo Ortego)


Lorenzo Ortego participó en la primera parte del post con imágenes de los chiringuitos de Cádiz, donde estuvo en verano de 2019. Así era él, siempre compartiendo sus conocimientos turísticos, acompañado de su sonrisa y su buen humor. Nos ha dejado un excelente profesional del Turismo y una igual de excelente persona. ¡Siempre te tendremos en el recuerdo Lorenzo! 

C2) Ascensores a la playa


Si nos estamos centrando en el turista mayor, que ya es nuestro principal cliente en invierno desde hace décadas, lógicamente debemos garantizar la accesibilidad a la playa, como ya apuntaba Daniel Garzón Luna en su post del 2007: «Bajada y subida a la playa por medio de escaleras mecánicas y ascensores». En 2018 el Ayuntamiento anunció la construcción de tres ascensores, pero nunca se llegó a iniciar su construcción.

Un lugar ideal para uno de los ascensores, o una escalera mecánica, podría ser la parcela de 4.500 m² del antiguo tobogán, que fue recuperada por el Ayuntamiento en noviembre del 2020. En principio, se anunció convertir la zona en un mirador con una obra rápida que quedara concluida en 2021. A día de hoy, un año y medio más tarde, no se ha iniciado ninguna reforma en la parcela (“El parque (no) aquático”).
 

Recreación de una escalera mecánica hacia la playa en la parcela del Tobo Playa. Nuestros turistas mayores lo agradecerían.

C3) Renovación de centros comerciales obsoletos           


Es la parte más compleja de la modernización del núcleo. En la primera parte del post daba detalles de los anteproyectos de Gesplan para el CC Kasbah (2014) y el CC Metro (2013), así como el modelo teórico de conversión perseguido, inversión que obtendría su rentabilidad a través de mayores aprovechamientos. A día de hoy tan sólo se ha avanzado con la reciente declaración de ruina del CC Metro, después de que el Ayuntamiento la denegara en 2014, por lo que se avecina su derribo, que la comunidad de propietarios no puede financiar. La patronal FEHT, por otro lado, reclama la inclusión de los centros comerciales en nuevos Planes de Modernización (PMM) para facilitar su reconversión.  

Proyecto de reforma para el CC Kasbah (Gesplan, 2014)

Conclusión: Playa del Inglés 2.0…¿a dónde vamos?


Como hemos visto, la clara conclusión no sólo es que no se ha aprovechado el tiempo para mejorar las infraestructuras y servicios turísticos, sino que ni tan siquiera se han podido mantener en el defectuoso estado anterior a la pandemia, habiendo empeorado notablemente. Nuevamente la parte pública contrasta diametralmente con la privada, donde sí que se han hecho notables reformas, actualizaciones o incluso transformaciones integrales de alojamientos. Es imposible nombrarlos a todos, pero basta con ver el hecho de que Gran Canaria ha logrado posicionar recientemente a 10 de sus hoteles entre los TOP-100 de TUI a nivel mundial (¡algo insólito!) para poder apreciar la energía y el esfuerzo rehabilitador privado (ver: “Gran Canaria, la gran bomba de los TUI Hotel Awards 2022”), justo lo contrario del sector público. Y no el sector público en general, pues hemos visto que otras administraciones, como la regional, sí están cumpliendo con su cometido turístico mientras que la municipal permanece estancada.

 

 

Quizás sea el momento de replantear cuestiones del modelo de gestión turística (que no del “modelo turístico”) y abordar caminos no convencionales, como la privatización de algunas actuaciones turísticas o la intervención en determinadas funciones turísticas municipales por una instancia superior, si la no-ejecución de una medida afecta a la imagen de todo el destino insular. La pandemia ha vuelto a reposicionar al Turismo como primera y casi única actividad motor (siempre lo ha sido, pero no lo hemos querido ver) y, por tanto, cualquier gestión municipal afecta a todo el destino insular, razón suficiente para intervenir en caso de dejadez.

En octubre de este año el destino Maspalomas Costa Canaria cumplirá 60 años desde que se pusiera la primera piedra de la urbanización turística en San Agustín. Está por ver si, al igual que sucedió en el 50º aniversario, la celebración de dicha fecha se centrará en recrearnos con nostalgia en fotos de blanco y negro de cuando nuestras playas estaban desiertas e intactas y transitábamos en burro desde Maspalomas a San Agustín, o más bien nos centramos en planificar el futuro turístico y cómo vamos a afrontar los cambios importantes que vienen. Es importante saber de dónde venimos, pero más lo es saber a dónde vamos. Entre otras cosas, se avecina un probable cambio en los perfiles de viajeros en cuanto se hagan notar los aumentos de las tarifas aéreas, pudiendo afectar de manera considerable al perfil del turista más “low cost”, que es justamente uno de los perfiles principales de Playa del Inglés. ¿Estaremos preparados para ello?

 

*Artículo publicado originalmente en el blog de Antonio Garzón, sitio web del autor, que es fundador y gerente de Nutrihotel (nutrihotel.com).

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