Una de las esculturas de Wolfgang von Schwarzenfeld ubicadas en un parque Tiergarten de Berlín se ha convertido en el motivo de una disputa diplomática entre Alemania y Venezuela.

El ministro de Cultura del país sudamericano, Pedro Calzadilla, ha solicitado al gobierno germano la devolución de la denominada Piedra Kueka, después de que el pasado año indígenas del estado de Bolivar reclamasen su propiedad. El bloque fue sustraído de la Parque Nacional Canaima.

Ahora, está expuesta en el parque de la capital teutona como parte de la colección Global Stone que recopila piedras arqueológicas de todo el mundo.

Según el artista, la roca de grandes dimensiones le fue donada por el expresidente venezolano Rafael Caldera en 1998, sin embargo, la etnia venezolana pemón asegura que se trata de una piedra sagrada que les pertenece.

José Fernández, representante de la comunidad indígena, “se trata de un sagrado elemento que no debería haber sido desplazado”, ya que desde que esto ocurrió “no ha habido peces en nuestros ríos y miles de personas han muerto a consecuencia de catástrofes naturales”.

Por su parte, el Gobierno alemán no se niega a la devolución de la misma, pero exige que les sea otorgada otra piedra que pueda reemplazarla. Así, desde que se entablaron las conversaciones diplomáticas al respecto en 2010, ambas naciones no han alcanzado un acuerdo.