La consejería de Turismo de Gran Canaria lanza un mensaje de tranquilidad ante la quiebra del touroperador FTI Touristik, el tercero en relevancia en el mercado alemán. La resiliencia del destino, las garantías de protección del gobierno alemán mediante un fondo estatal de seguros de viaje —DRSF— y el interés de otras compañías en asumir la clientela afectada, minimizan el impacto negativo para el destino insular por la insolvencia de grupo turístico germano.

“La principal preocupación está en las posibles facturas que puedan quedarse sin pagar, pero una gran mayoría de viajeros afectados van a poder continuar sus vacaciones como estaban previstas”, afirma el consejero insular de Turismo, Carlos Álamo, en una nota. “Es un hecho que lamentamos, al ser una entidad de relevancia que ha colaborado de manera significativa, durante décadas, con el destino turístico de Gran Canaria. Pero la experiencia de la crisis de hace unos años de Thomas Cook ha servido para establecer unos mecanismos de cobertura y defensa de los intereses de trabajadores, empresas y clientes, de tal manera que confiamos en que se reduzcan al mínimo los efectos negativos sobre nuestro destino y empresas”, asegura.

Álamo explicó que la consejería que preside ha seguido de cerca la delicada situación de FTI, un hecho que ya se anunció por los técnicos especialistas del Cabildo en las presentaciones de mercado que realizan para el sector profesional antes de la participación en la feria ITB de Berlín (Alemania), celebrada el pasado marzo. “No creemos que esta situación genere un perjuicio significativo para el destino, porque la pérdida de fuerza de FTI ha sido clara y paulatina en los últimos seis, siete u ocho años. La cantidad de clientes afectados puede ser perfectamente absorbida por los touroperadores competidores. Todos los principales, como TUI, Schauinsland y Bentour, han reaccionado de inmediato y ya han sacado ofertas para hacerse con esa porción del mercado, sin problemas, más allá de las posibles facturas de los hoteles que se queden sin pagar, que es lo que más nos preocupa”.

Respecto a una pérdida de puestos de trabajo, con una cifra de posibles afectados que ronda los 1.500 trabajadores, desde la Consejería se espera que puedan ser reubicados en otras empresas del sector. “Los profesionales del sector turístico de Gran Canaria están muy preparados, tienen muchos años de experiencia y estamos convencidos de que, por su valoración, encontrarán acomodo rápidamente por el interés de otras empresas”, subraya el consejero.

“Es cierto que es el tercer grupo turístico de Alemania y uno de los más grandes de Europa. Eso, por supuesto, implica a muchos clientes para nuestro destino, pero la realidad es que FTI había perdido mucho terreno y volumen de mercado, especialmente con los destinos españoles y los canarios. Con lo cual, actualmente la previsión representa menos de la mitad de los clientes que movía antes de la pandemia”, argumenta Álamo, respecto a una bajada de clientes.  

FTI manejaba para el ejercicio actual una previsión en torno a los 64.000 clientes de todos los países emisores, 35.000 de estos procedentes de Alemania, con el resto de reservas con origen en Países Bajos, República Checa, Suiza, Francia y Austria, principalmente. “Desde Alemania pretendían llevar a 35.000 clientes a Gran Canaria. Una cifra baja teniendo en cuenta que antes de la pandemia movían a 80.000”, puntualiza

Hoteles arrendados


En Canarias, FTI opera con unos 20 hoteles, pero en su mayoría son establecimientos arrendados, “están en explotación, sin ser propios, por lo que previsiblemente podrán seguir funcionando si otros operadores adquieren y comercializan esas camas. No vemos una gran problemática y entendemos que esto evitará una pérdida de puestos de trabajo en la isla”, expone el consejero.