Medioambiente

Los buitres ponen en jaque a los vuelos en Bilbao

Los buitres están cada vez más presentes en el dominio aéreo de la terminal de La Paloma, del Aeropuerto de Bilbao (Loiu, Bizkaia). Esta situación incrementa las posibilidades de choque entre los aviones y las aves, así como el consecuente riesgo para los pasajeros y tripulantes.

Según ha informado El País, un comité de expertos, integrado por especialistas en aviación, seguridad aérea, gestión de fauna y ornitólogos, se encuentra analizando la problemática, con el fin de encontrar las medidas pertinentes para frenar la colisión de buitres con aeroplanos.

En mayo y julio de 2018, se produjeron dos importantes colisiones entre estos animales y aviones, que ocasionaron daños totales en los motores de ambas máquinas. Como consecuencia, las aeronaves permanecieron inoperativas durante una semana.

Lo cierto, es que en Loiu se han llegado a avistar bandadas de hasta 20 buitres, animales que pueden alcanzar una envergadura de 2,6 metros de ala a ala. Además, suelen cruzarse cuando el avión está realizando las maniobras más críticas: el aterrizaje y despegue.

De acuerdo con el Ministerio de Fomento, entre mayo de 2017 y mayo de 2018 hubo casi un centenar de avistamientos, con 355 buitres sobrevolando el aeródromo. En 2017, se divisaron un total de 53 ejemplares, mientras que en 2016 se avistaron 42 y en 2015 11.

Búsqueda de soluciones

“La presencia de aves que interfieren la aviación en Loiu, tanto en pista como en los despegues y aterrizajes, está aumentando y urge encontrar soluciones”, manifestó el senador de EH Bildu Jon Iñarritu, que ha expuesto esta problemática, en numerosas ocasiones, al Gobierno central. Incluso, ha planteado la posibilidad de instalar en Loiu radares que detecten estos animales, como ya ocurre en los aeropuertos de Ámsterdam y Estambul.

El Colegio Oficial de Pilotos de Aviación Civil (Copac) también ha mostrado su preocupación por esta cuestión, mientras que AENA defiende el sistema de gestión de riesgos implantado actualmente en La Paloma, donde unos 30 halcones sobrevuelan con el fin de ahuyentar a estas aves.

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