La preocupación por el cambio climático es cada vez mayor en determinados grupos sociales y países. En Suecia, por ejemplo, se ha extendido el flygskam, un movimiento que significa, literalmente, “la vergüenza de volar”.

Tal y como reseña BBC, se trata de una tendencia creciente en el país, que consiste en cambiar el avión como medio de transporte, por otros menos contaminantes. El objetivo de los pasajeros que la ponen en práctica es reducir su huella de carbono cuando viajan.

Pero eso no es todo. Los ciudadanos suecos han iniciado otro movimiento denominado tagskryt, que hace referencia al orgullo de viajar en tren. Incluso, muchos suecos animan a sus paisanos a desplazarse en este medio, a través de las redes sociales, subiendo imágenes de sus travesías acompañadas del hashtag #tagskryt.

Según la Agencia Ambiental Europea (EEA, por su siglas en inglés), cada persona que viaja en tren (con capacidad para 150 pasajeros) emite 14 gramos de dióxido de carbono (CO2), frente a los 285 gramos que emite cada usuario de un avión (con capacidad para 88 viajeros).

Por otro lado, cuando los aeroplanos queman combustible liberan otros gases de efecto invernadero, como son el vapor de agua y el óxido nitroso, en la atmósfera a gran altitud, por lo que tienen un impacto medioambiental mayor. Se calcula que alrededor del 2,5% de las emisiones globales de carbono corresponde a los vuelos comerciales.

trenes suecia

Tren en Suecia | Foto: viajejet.com

Consecuencias

Por el momento se desconoce el número de seguidores de este movimiento, pero la página de Facebook Tagsemester (Vacaciones en tren, en español), donde la ambientalista Susanna Elfors recomienda medios alternativos al avión, cuenta con más de 90.000 miembros.

A este respecto, el jefe de la aerolínea sueca SAS, Rickard Gustafson, consideró que el flygskam está destrás de la caída del 5% del tráfico aéreo en Suecia, en el primer trimestre de 2019. En contraposición, la compañía ferroviaria sueca SJ registró un número de pasajeros récord.

Lo cierto es que este movimiento ha activado las alarmas en la industria de la aviación. Así, el presidente de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), Alexandre de Juniac, consideró: “Si no ofrecemos una respuesta, este sentimiento crecerá y se esparcirá”. Por ahora, el sector se ha propuesto desarrollar motores menos contaminantes y reducir un 50% el nivel de emisiones registradas en 2002, para el año 2050.