Un tercio de las hembras de los elefantes más jóvenes del parque nacional de Gorongosa (Mozambique) carecen de colmillos, es más, nunca los han desarrollado. Diferentes investigadores están estudiando dicha cuestión, que puede ser un síntoma de la evolución genética de estos animales, para protegerse de la caza furtiva.

Según ha informado National Geographic, los colmillos de los elefantes de Gorongosa fueron muy codiciados durante la Guerra Civil de Mozambique (1977-1992), ya que su marfil era utilizado para financiar las armas. Tal es así, que a los elefantes más viejos de este parque les fueron extirpados los colmillos para estos fines.La carne de estos animales también servía para alimentar a los combatientes. 

Sin embargo, un tercio de las hembras más jóvenes, la generación nacida tras el final de la guerra, nunca ha desarrollado colmillos, lo cual suele ocurrir, en situaciones normales, entre el 2% y el 4% de los elefantes africanos hembra. Al respecto, la exploradora de National Geographic, Joyce Poole, explicó que los colmillos de un elefante macho son más grandes y pesados que los de una hembra de la misma edad, aunque ello no las libra de la caza furtiva. 

En este sentido, Poole descubrió, a raíz de una investigación no publicada, que, hace décadas, habitaban en Gorongosa 4.000 elefantes, cifra que se redujo a tres dígitos tras la contienda. De las 200 hembras existentes, el 51% de las que sobrevivieron a la guerra carecen de colmillos y el 32% que nació tras el conflicto lo hizo sin ellos.

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Este no sería un caso aislado, ya que en los lugares donde los niveles de caza furtiva son altos se presentan situaciones similares. En Sudáfrica, por ejemplo, el 98% de las 174 hembras del parque nacional de los Elefantes Addo carecían de colmillos a principios de la década 2000. En el parque nacional de Ruaha (Tanzania), el 21% de las hembras mayores de cinco años tampoco tiene colmillos.

La caza furtiva no solo ha propiciado la falta de desarrollo de colmillos, sino que también se reduzca el tamaño de los mismos, en algunos casos. En la actualidad, los investigadores se encuentran estudiando las consecuencias de esta ausencia de colmillos, lo cual podría alterar el comportamiento de los elefantes y sus comunidades. Lo cierto, es que estos animales utilizan estos dientes superdesarrollados para excavar en busca de agua y minerales, para eliminar la corteza de los árboles en busca de alimento o competir, lo que también favorece al ecosistema de otros seres vivos.